Como “un acto de amor”. Así ha definido, Constantino Marín, letrado de la acusada de ayudar a morir a su marido de 95 años aquejado de numerosas enfermedades, el hecho de que la mujer suministrara una dosis elevada de un fármaco a su marido que le provocó el fallecimiento.
La defensa y la Fiscalía han llegado a un acuerdo esta mañana en la sección 3ª de la Audiencia Provincial por el que a la mujer se le condena a cinco meses de prisión, con suspensión de condena por dos años, por un delito de auxilio ejecutivo al suicidio con la eximente incompleta de alteración psíquica y la agravante de parentesco. Esta conformidad se ha producido por la voluntad de ambas partes, defensor y fiscal, de “evitar el trance” a la mujer, de 76 años, de pasar por un juicio.
Marín ha explicado que en un principio se abrió un procedimiento de jurado, pero ante la tesitura que implica ir a un juicio como es enfrentarse a un tribunal, a testimonios e interrogatorios “iba a suponer un sufrimiento enorme para la acusada” así que se llegó al acuerdo de realizar un procedimiento abreviado. Aunque si se hubiese llegado a juicio “a buen seguro, al 100 %, habría sido absuelta” debido a las “circunstancias” que rodean el caso: “el hecho de que fuera en plena pandemia, con las circunstancias de la persona fallecida y de la persona acusada y con la manifestación por escrito de la voluntad de evitarse cualquier sufrimiento”.
Un deterioro irreversible
Según se explica en el escrito de conformidad, el fallecido padecía “numerosas patologías crónicas” que derivaron en un deterioro físico y psicológico irreversible y considerable, hasta el punto de que el hombre necesitaba de ayuda externa, incluso mecánica, para casi cualquier acto.
Tanto era el padecimiento “permanente y difícil de soportar” que el hombre había redactado un documento de voluntades anticipadas, conforme dicta la ley, en el que se expresaba su deseo de que “llegado el momento, se le administraran fármacos” que evitaran la prolongación de un sufrimiento innecesario. Además se dejó escrito que si estuviese vigente una legislación sobre la eutanasia, se le aplicase para “poner fin a su vida de forma indolora”.
Los hechos tuvieron lugar el 9 de diciembre de 2020 en el domicilio familiar de València. Tras años de agonía y enfermedad, la mujer, que padecía depresión a consecuencia de todos los años de angustia por la situación, ayudó a su esposo a terminar con su vida a través de la inoculación de un medicamento que produjo la muerte del hombre “poco después” y de modo indoloro, tal como se describe en el escrito judicial. Es necesario recordar que la ley que regula la eutanasia en España no se aprobó hasta más tarde, concretamente en marzo de 2021.
Este “acto de amor máximo” dejó a la acusada “muy afectada”, según describe su abogado que insiste en que “nadie quiere llegar a este extremo aunque lo que se quiera sea materializar la voluntad” de un ser amado: “acabar con su sufrimiento”.
Enlace de origen : Acepta cinco meses de prisión tras ayudar a morir a su marido de 95 años