Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, han chocado este martes en un Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, en el que el líder de Polonia ha defendido la decisión por la que el Tribunal Constitucional del país declaró que partes de los tratados europeos son incompatibles con la constitución polaca, poniendo así en duda la primacía del derecho de la Unión y atacando el ordenamiento jurídico de la UE.
Von der Leyen ha recordado que sobre Varsovia pesa el artículo 7 de los Tratados, una cláusula activada contra el Gobierno polaco por la reforma judicial puesta marcha el Ejecutivo ultraconservador del partido Ley y Justicia (PiS). Y la alemana ha señalado que el Constitucional que ahora ataca el ordenamiento jurídico europeo “es el mismo (…) que según el artículo 7 consideramos no independiente y legítimo”.
El próximo pacto de estado debería ser sobre la deriva en Polonia
Nacho Alarcón. Bruselas
Además, la presidenta de la Comisión Europea ha asegurado que Bruselas no permitirá que se ataquen los valores europeos y que “actuará”, apuntando que hay tres líneas de acción ahora para el Ejecutivo comunitario: activar un nuevo dossier del artículo 7, como el que ya tiene abierto; iniciar procedimientos de infracción y, por último, la activación del mecanismo de condicionalidad que permite cortar los fondos europeos a países que atacan la independencia judicial. Didier Reynders, comisario de Justicia, ha asegurado que Bruselas utilizará este recurso por primera vez en cuestión de días o semanas. Pero precisamente los eurodiputados han criticado que el Ejecutivo comunitario no haya tomado todavía cartas en el asunto.
La activación del mecanismo, que está en marcha legalmente desde el 1 de enero de 2021, permitiría cortar el grifo de la llegada de fondos a Polonia, que tiene asignados en los próximos años más de 100.000 millones de euros del presupuesto regular (de 2021 a 2027) y unos 36.000 millones de euros que le corresponden del Fondo de Recuperación y que por el momento la Comisión Europea mantiene bloqueados. El TJUE está revisando, a petición de Polonia y Hungría, si este instrumento está en línea con el derecho de la Unión, y, en principio, Bruselas se comprometió a no activarlo hasta que no hubiera una decisión de la alta corte de Luxemburgo.
Pocas veces se ha visto un cara a cara de estas características. Los líderes de los Estados miembros han ido pasando por la Eurocámara para dar distintos discursos, pero existen pocos ejemplos de un debate así, bronco, complicado y polémico, sobre un tema de total actualidad. El mensaje de Morawiecki ha reflejado la deriva de Polonia: quiere mantenerse dentro de la Unión Europea, pero de una Unión que sea una Europa de las naciones, limitando su poder y su capacidad de acción. Así, el primer ministro polaco ha mezclado la lírica europeísta, asegurando que “Europa es el destino de Polonia. Europa es nuestro lugar, no queremos irnos a ninguna otra parte”, con gruesas palabras y duras acusaciones contra las instituciones europeas.
“Polonia no va a irse de la UE, no hay mayoría ni en las calles ni en el Parlamento”
María Zornoza. Bruselas
“No permitiré que los políticos de la UE chantajeen a Polonia”, ha contestado Morawiecki, que ha insistido en que “la más alta ley de Polonia es la constitución y se sitúa por encima de cualquier otra fuente de derecho”, aunque el propio primer ministro escribió en 1999 un manual en el que defendía lo contrario. Para sostener esa afirmación, el primer ministro polaco se ha apoyado en otros cuestionamientos de la primacía del derecho de la Unión por parte de otros tribunales constitucionales, como el alemán. Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo (PPE), le ha recordado que la diferencia es que esos constitucionales no tenían su independencia cercada por el Gobierno, y que Alemania modificó la ‘Grundgesetz’, su ley fundamental, para poder ratificar el Tratado de Maastricht.
Morawiecki ha asegurado que Polonia respeta la primacía del derecho de la Unión, pero únicamente en los campos en los que la Unión Europea tiene las competencias. Y ha lanzado un ataque directo contra la Comisión Europea y contra el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la más alta corte y última intérprete del derecho de la Unión, asegurando que se intenta construir un “estado supranacional” centralizado en el que se trata a los países como “provincias”. Es una idea que ya incluyó este lunes por la tarde en una carta enviada al resto de líderes europeos.
La actuación del Gobierno polaco pretende proteger su reforma judicial, con la que el Ejecutivo del PiS busca controlar el sistema aludiendo a una “desovietización” de la magistratura. El TJUE considera que la reforma judicial pone en riesgo la independencia de los jueces, y de hecho el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (TDHE) señaló en mayo de 2021 que el nombramiento de Mariusz Muszynski como miembro del TC fue ilegal según la ley polaca.
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Miguel Á. Gayo Macías. Cracovia
Von der Leyen ha intentado en su discurso de apertura cambiar el foco del debate y centrarlo no en la cuestión de la primacía del derecho de la Unión, sino en el derecho de los ciudadanos polacos a tener jueces independientes. Por eso la presidenta de la Comisión Europea ha arrancado sus palabras con el mito polaco, señalando que cuando los ciudadanos de Polonia se revolvieron contra el régimen soviético en diciembre de 1981, lo hicieron también para tener jueces independientes que protegieran sus derechos.
“Querían la libertad de elegir su gobierno. Querían libertad de expresión y medios de comunicación libres. Querían acabar con la corrupción. Y querían tribunales independientes para proteger sus derechos. La gente de Europa Central y Oriental quería unirse a la familia europea de pueblos libres, una fuerte comunidad de valores y democracia. Porque de eso se trata Europa y eso es lo que representa Europa. La reciente sentencia del Tribunal Constitucional polaco pone en duda gran parte de esto”, ha sentenciado Von der Leyen en sus primeras palabras ante la Eurocámara.
source Advertencias y acusaciones de chantaje: cara a cara entre Von der Leyen y el líder polaco