La sociedad cooperativa Amegrove, fundada en 1977 y que llegó a ser una de las entidades más influyentes del sector mejillonero gallego, afronta una nueva etapa, marcada por la continuidad, con muchos deberes por hacer y no pocos problemas que solventar.
Como estaba previsto, cuestiones de índole personal y familiar llevaron al que era su presidente, Francisco Padín Novas, a anunciar su marcha.
Razón por la cual se celebraron unas elecciones un tanto descafeinadas en las que votaron unos 130 socios y de las que salió vencedor quien era su vicepresidente, Esteban Fernández Casal, arropado por otros bateeiros que estaban también en el equipo del presidente saliente.
De ahí que se avecine una etapa de continuidad, a pesar de lo mucho que ha sufrido esta cooperativa en los últimos años con la «fuga» de socios, perdiendo peso sin cesar y, a veces, relegada a un papel secundario en la toma de decisiones.
¿Líder mundial?
La que llegó a ser la entidad más importante del sector aún presume en su página web de ser «líder mundial» y estar «constituida por 360 socios y una flota de 105 barcos que disponen de 335 bateas y una capacidad de producción cercana a las 22.000 toneladas de mejillón al año, abasteciendo tanto el mercado nacional como internacional».
Pero en realidad, los datos actuales son muy diferentes, y si en abril de 2023 contaba con 290 bateas, en abril de este mismo año había bajado a 283.
En la actualidad, según dicen algunos de sus miembros, «seremos unas 250 bateas», lo cual explica su progresiva pérdida de peso y protagonismo.
Asuntos pendientes
En cualquier caso, esta otrora referencia bateeira trata ahora de mirar al futuro. Aunque se desconoce aún si el nuevo presidente y su flamante equipo seguirán peleando durante los próximos cuatro años por cuestiones vitales para el sector, como la ampliación del dique de abrigo de Meloxo, que tantas veces reclamó Amegrove sin éxito durante las últimas décadas.
Es solo una de las carencias fundamentales de este importante puerto grovense, donde se sitúa también la sede de la cooperativa.
Como lo es la «desaparición» hace ya un par de años de la gasolinera que abastecía a la flota auxiliar de acuicultura.
Son precisamente esas deficiencias, la ordenación de la explanada portuaria, su limpieza y algunas carencias más de las que se hablará en próximos días, las que lleva a algunos socios de Amegrove a decir que, una vez superada la etapa de Paco Padín, los nuevos dirigentes «deben ponerse las pilas».
Lo que quieren decir es que «hay cuestiones que dependen de nosotros mismos y otras en las que Amegrove debe presionar a las administraciones para tratar de recuperar parte del tiempo y el peso perdidos».
Unos y otros entienden que, a la postre, el objetivo debe ser el de recuperar solvencia y devolver protagonismo a Amegrove o, al menos, no seguir perdiéndolos.
Las últimas elecciones
La anterior cita con las urnas tuvo lugar en verano de 2023, y en aquella ocasión los socios de Amegrove volvieron a confiar en la gestión de Francisco Padín para que siguiera al frente de la cooperativa de mejilloneros durante cuatro años más.
La candidatura ganadora liderada por Padín estaba entonces integrada por el citado Esteban Fernández Casal, Miguel Ángel Conde Otero, David Otero Mascato, Francisco Naveiro Cacabelos, Ramón Besada Fraga, Isidro Iglesias Iglesias, Benito Benavides Bea, Alicia Rey Conde, María Luisa Pérez Barral, Gustavo Prol Meis y Diego Míguez Prol.
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Enlace de origen : Amegrove inicia nueva etapa con muchos «deberes» sin hacer