Uno de cada tres profesores ha experimentado falta de ilusión, apatía o pérdida de interés. Casi el 40% han sufrido problemas psicológicos importantes, como ansiedad o depresión. Y el 37% reconoce estar agotado física y mentalmente. Estas son algunas de las cifras incluidas en ‘El profesorado en España’, un estudio de la Fundación SM con 600 entrevistas personales a docentes de infantil, primaria y secundaria de toda España.
Las causas del desgaste profesional son múltiples. En primer lugar, ser intimidado o insultado verbalmente por los alumnos
Presentado este miércoles en Madrid, el informe deja claro que las principales razones que llevan a los maestros y profesores a formarse para ello son el gusto por la enseñanza (25%) y la vocación (20%). Sin embargo, a pesar de ser una profesión tan vocacional y de que siete de cada diez consideran que están satisfechos con sus condiciones de trabajo, el estado anímico de los docentes deja mucho que desear.
Los autores del informe explican que la profesión docente, como otras de servicio público, es una de las más propensas a presentar el síndrome de ‘burnout’ (trabajador quemado), que se caracteriza por el agotamiento emocional y que fue descrito por primera vez por el psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger en 1974 cuando trabajaba en una clínica para toxicómanos en Nueva York.
Los docentes con más años de experiencia son los que han estado expuestos durante más tiempo a situaciones emocionalmente exigentes y, en consecucia, padecen más el síntoma del ‘trabajador quemado’. Mientras, los nuevos docentes que aterrizan en colegios e institutos una vez terminada su formación, sufren otros problemas laborales y emocionales: el ‘reality shock’, término que alude al choque entre los ideales forjados forjados durante la etapa de formación y la realidad a la que tienen que enfrentarse. “El aprendizaje de la profesión se produce por descubrimiento. Cada profesor aprende de su propia práctica”, concluyen los autores.
La mitad del profesorado, además, afirma que no tienen la libertad de usar sus propios materiales complementarios para mejorar el aprendizaje de los estudiantes, lo que contribuye a un sentimiento de menor autonomía.
El informe subraya que el mal estado anímico de los profesores se ha visto acentuado en los últimos años por diversos motivos. Entre ellos, los cambios legislativos (España ha aprobado ocho leyes educativas en democracia), la desconexión entre la capacitación y las necesidades del aula, la falta de definición de la carrera profesional docente, el incremento de la burocracia, el rendimiento de cuentas y la atención a la diversidad.
Los profesores sienten indiferencia
Casi el 40% (concretamente, el 38%) vive su profesión con “distancia e indiferencia”. Es el porcentaje más alto -por muchísima diferencia- de los otros tres países analizados en el estudio: Brasil (6%), Chile (6%) y México (3%). El porcentaje de docentes que reconoce estar “cansado de tantos problemas” (13%) es también el más elevado del informe.
Las causas del desgaste profesionales son múltiples. En primer lugar, ser intimidado o insultado verbalmente por los alumnos, seguida de la adaptación de las clases a los alumnos de necesidades especiales, atender el bienestar emocional y la salud mental de los chavales, tener la responsabilidad de que aprendan, y hacer caso a las preocupaciones o demandas excesivas de las familias.
La falta de motivación es el principal argumento que esgrimen los docentes a la hora de hablar de las dificultades para desarrollar su tarea, seguido de la administración del tiempo para cumplir los programas y los impedimentos para interesar al alumnado. El quinto lugar lo ocupa mantener la disciplina en clase, algo que en una encuesta de 2007 ocupaba el primer lugar (31%).
Mantener la disciplina en clase es fuente de estrés para los profesores pero menos que en otros países: 28% en España frente al 46% de Chile, el 35% de Brasil o el 33% de México.
Enlace de origen : Apatía, ansiedad y agotamiento: radiografía del profesorado en España