Una vez que el candidato a repetir en La Moncloa acabe su ronda de negociación con los portavoces parlamentarios, un pequeño equipo de miembros del PSOE tomará el relevo para resolver un rompecabezas en el que deben encajar la izquierda de Sumar y los partidos nacionalistas e independentistas —cada uno con su posición en el eje izquierda-derecha— de Galicia, País Vasco y Cataluña. Sánchez ha expresado su voluntad de cerrar un pacto de legislatura, que le garantice cuatro años de estabilidad.

Esa comisión estará conformada por los ministros de Presidencia, Félix Bolaños —considerado el principal negociador del presidente—, la de Hacienda, María Jesús Montero —encargada de elaborar los presupuestos—, y la Educación, Pilar Alegría, que es la portavoz del partido.

Estarán también personas de la máxima confianza de Sánchez en el partido: el secretario de Organización, Santos Cerdán, la secretaria de Política Internacional y Cooperación, Hana Halloul, y los diputados Óscar Puente —elegido por sorpresa para dar la réplica a Alberto Núñez Feijóo en su investidura fallida— y José Ramón Gómez Besteiro.

El papel realzado de Besteiro

El político lucense, rehabilitado tras su calvario judicial, está considerado como el candidato in pectore del PSdeG para luchar por la Xunta de Galicia en las elecciones del próximo año. Sin embargo, su elección no se acaba de confirmar, después de que se suspendiesen las primarias. Voces en el partido tampoco entendieron la decisión de enviarlo al Congreso, cuando como delegado del Gobierno en Galicia había recuperado gran presencia mediática.

Su participación como primer diputado que habló en gallego y su inclusión en este reducido equipo negociador parecen maniobras destinadas a realzar de nuevo su perfil público. También tendrá que negociar en primera persona con el BNG, que en las elecciones autonómicas será su rival y, al tiempo, potencial aliado.