BlackRock ha centrado la cartera a los clientes en la transición hacia un mundo de cero emisiones netas de carbono. Pero ha reclamado más esfuerzos a los Gobiernos, ya que cree que se han olvidado de las políticas de demanda y han provocado con ello un aumento de los precios. Esta inflación está presionando a los bancos centrales.
La mayor gestora del mundo, con 8,4 billones (millones de millones) bajo gestión, destaca los progresos que se han hecho en la descarbonización y en la transición hacia cero emisiones netas. Así, cita en la carta enviada a sus clientes que el porcentaje de países comprometidos con dicho objetivo ha aumentado del 10% al 95% de las emisiones globales.
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Y los inversores se han posicionado en esta dirección. Las entradas de dinero a inversiones sostenibles tienen un crecimiento seis veces superior a las tradicionales, con lo que las inversiones con categoría ESG (con criterios ambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés) han alcanzado los cuatro billones.
Sin embargo, advierte BlackRock, “la velocidad y la forma de la transición son muy inciertas y tardarán décadas en definirse”. En este sentido, la gestora liderada por Larry Fink sostiene que “es esencial que los gobiernos, las empresas y las finanzas trabajen juntos para gestionar la transición de forma ordenada, asegurando estabilidad en el suministro de energía y los costes a lo largo del proceso”.
Por ello, insiste, “la ambición y la eficacia de la política gubernamental serán un factor importante para determinar el futuro papel de los hidrocarburos. Es necesaria una planificación eficaz y a largo plazo para ofrecer alternativas energéticas limpias y rentables a gran escala. Sin ella, los hidrocarburos seguirán desempeñando un papel central en la economía global durante mucho más tiempo”.
Y aquí llega la crítica de BlackRock, que sustenta el punto central del aumento de precios que se ha producido en los últimos meses y que pone contra las cuerdas la política expansiva de los bancos centrales, que han iniciado la retirada de los estímulos. Para BlackRock, los gobiernos solo se han preocupado de la oferta de hidrocarburos, y no de la demanda, incentivando una espiral de precios.
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“Las políticas públicas se han centrado principalmente en limitar la oferta de hidrocarburos, pero no han hecho lo suficiente para abordar la demanda —por ejemplo, mediante el reequipamiento de las industrias que hacen un uso intensivo de la energía o la aceleración de la adopción de fuentes de energía con cero emisiones de carbono—, lo que ha provocado un aumento de los precios de la energía en algunos casos”, sostiene BlackRock en su carta a clientes. Esto tiene impacto en la propia transición energética: “Como hemos visto en los mercados emergentes, el aumento de los precios del gas natural también puede impulsar un mayor uso del carbón”.
De este modo, el gigante estadounidense alerta de que “existe un grado significativo de incertidumbre sobre la transición”. Sin embargo, agrega que la cuestión relevante no es si se producirá, sino cuándo y cómo ocurrirá y qué impacto tendrá en las carteras de inversiones. La gestora ha puesto el foco comercial en la tendencia ESG, incorporando 200 nuevos fondos sostenibles a su oferta y creando soluciones para clientes institucionales como Aladdin Climate o Decarbonization Partners.
La apuesta por la sostenibilidad tiene premio. “Nuestras investigaciones han demostrado, por ejemplo, que las empresas más sostenibles observan cómo cae su coste del capital”. De hecho, en 2021 el 70% de una selección de los índices ESG globales superaron a sus homólogos no globales con una rentabilidad media superior de un punto porcentual.
Pero la brecha no se ha cerrado, lo que sigue suponiendo una oportunidad de inversión, según BlackRock, que defiende que “los mercados apenas comienzan a reflejar los efectos de la transición climática en el precio de los activos”. De hecho, prosigue, “entender las características de la sostenibilidad es clave para nuestra capacidad de generar alfa y, a medida que la transición se acelera, la comprensión de estas características será todavía más esencial para lograr un rendimiento superior”.
El viaje hacia un mundo de menos emisiones, con la llegada al escenario de cero emisiones netas en carbono, se está produciendo. Desde el punto de vista inversión, “seguir este trayecto debería ser la opción por defecto de los inversores”, sostiene BlackRock. Es decir, si la convicción no es suficiente, que lo sea el hecho de no querer apostar contra la tendencia generalizada de gobiernos, empresas, bancos y gestoras.
En cuanto a poder ir un paso más allá, BlackRock enumera canales que están siguiendo los mercados de capitales para distribuir capital hacia empresas con modelos de negocio ecológicos, como los productores de energía renovable, proveedores de tecnologías de movilidad eléctrica o empresas centradas en soluciones basadas en la naturaleza.
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Estas opciones de inversión son evidentes. Pero la gestora que encabeza Larry Fink también recomienda “identificar a las empresas intensivas en carbono que se están postulando para liderar la descarbonización dentro de sus sectores supone una oportunidad infravalorada para aquellos inversores que quieren impulsar la transición”.
Como ejemplos, BlackRock cita una eléctrica que cierre anticipadamente una central térmica de carbón y use el flujo de caja libre para invertir en tecnología de baterías a escala de red, que una acerera sustituya altos hornos por hornos de arco eléctrico o que un fabricante de automóviles se comprometa a alcanzar diseños de vehículos completamente eléctricos más rápido que sus competidores.
En cuanto a invertir en temáticas futuras relacionadas con la transición energética, BlackRock menciona tecnologías que contribuyen a ello pero que aún no son competitivas desde el punto de vista económico, como el hidrógeno verde, la captura de carbono, el cemento verde o el combustible de aviación sostenible. “Se necesita capital para comercializar estas nuevas tecnologías e inventar otras”, agrega BlackRock, que menciona que muchos de sus clientes ven en este campo “una de las oportunidades de inversión más interesantes de las próximas décadas”.
source BlackRock pide políticas de demanda en energía para reducir emisiones e inflación