“España está en el camino para ganar”, decía hace unos días Loreen sobre el camino que se ha labrado nuestro país en ‘Eurovisión’ desde el año pasado. La última demostración ha sido la actuación de Blanca Paloma en la gran final de Liverpool.
La artista se ha subido al escenario en el octavo lugar para interpretar ‘Ea Ea’ con su pantalón blanco y su espectacular corpiño granate.
La intérprete ha comenzado en medio de un mantón de flecos rojos que heredó de su abuela, y que la arropa durante el inicio de la actuación, antes de empoderarse y caminar hacia lo desconocido.
Precisamente sobre el mantón, RTVE ya explicó que se tuvo que readaptar al escenario de Liverpool transformado en una pieza transportable de 3,5 metros, que es el máximo que permite la organización, en lugar de permanecer colgado.
Uno de los cambios más relevantes respecto a la final del ‘Benidorm Fest’, ha sido la incorporación de humo durante la canción para “crear una atmósfera extra y una calidad diferente a la luz”.
En el minuto dos, un haz de luz ilumina la mano de la artista representando el punto de inflexión en el relato la canción. Esta iluminación que corre a cargo de Álvaro Guisado, se utilizó en ‘Secreto de Agua’ en Benidorm, y se ha recuperado para ‘EaEa’.
Blanca termina la actuación con un susurro con la rodilla inclinada, para ir subiendo su tono y darle fuerza a la actuación en el último estribillo.
Enlace de origen : Blanca Paloma, imponente en Eurovisión 2023: así ha sido su actuación en la gran final