En el momento en el que ocurrió Blas se encontraba al fondo de la cantina hablando con dos compañeros de la orquesta. Él estaba de espaldas y recuerda que la gente empezó a gritar “¡cuidado!, ¡cuidado!” y “¡apártate!“. Todo ello en “cuestión de segundos, sin margen a nada“, como ha contado este lunes.

Vivir esto “en primera persona” asegura es de lo “peor que les ha pasado” como orquesta. De repente, sus compañeros y él se vieron envueltos en un clima donde todo el mundo estaba “nervioso” y que es “muy difícil” de gestionar con “gente tirada por el suelo”.

Entre esa gente, dice, había señoras que “pedían ayuda”, pero lo que más le impactó fue ver a un menor, que aún permanece ingresado, inconsciente. “Me quedé muy impresionado por el pequeño”, ha compartido Blas, quien, además, ha confesado haber sentido una “alegría dentro de lo malo” cuando le han dicho que se estaba recuperando.

Tras el susto del accidente, cuyas causas la Guardia Civil sigue investigando, el gerente ha deseado que se “mejoren todos los heridos” y lo ocurrido se quede “en un muy mal recuerdo”.

En cuanto a la agenda, Blas ha señalado que la orquesta retomará hoy mismo la actividad.