Desoyendo una petición de los coordinadores de la reunión para que sus participantes no hablaran con los medios de comunicación, Müller ha concedido esta semana una entrevista al canal de noticias católico EWTN. “Guardo un cierto optimismo… pero al final debemos esperar en qué dirección irá el sínodo y cuáles serán las decisiones detrás del escenario. Ese siempre es el problema”, dijo durante la cita. 

Una decisión, la de desobedecer a una petición expresa del Vaticano, que no pasó desapercibida por los analistas e informadores que están cubriendo la reunión, en particular aquellos vinculados a medios católicos progresistas. 

Confidencialidad 

“Las reglas de confidencialidad para el sínodo parecen no aplicar al cardenal alemán Gerhard Müller y a EWTN”, escribió, por ejemplo, Joshua McElwee, periodista experto en temas religiosos del National Catholic Reporter (NCR). “A pesar del intento de bloqueo mediático del papa Francisco, al menos un delegado del sínodo sigue planeando dar entrevistas”, comentó Christopher White, vaticanista del mismo medio.

La desobediencia de Müller se produjo justo después de que el jefe del Dicasterio para las Comunicaciones, Paolo Ruffini, afirmase, en un breve encuentro con los medios, las razones de la solicitud vaticana. A los delegados del sínodo, dijo Ruffini, se les ha pedido “tomarse tiempo para discernir, tomarse tiempo para escucharse mutuamente” en lugar de hablar con la prensa sobre los procedimientos.

De hecho, Müller tampoco ha sido el único que ha dado que hablar en los últimos días. Otro ha sido el obispo emérito de Hong Kong Joseph Zen, quien no participa en la reunión pero que aun así difundió una nueva carta sobre delicadas cuestiones de doctrina y moral que podrían abordarse durante el encuentro.

Dudas conservadoras

Zen llevó así adelante una controversia ya empezada en los pasados meses por este grupo minoritario -pero muy ruidoso- sobre cuestiones como la bendición a parejas homosexuales o la ordenación de mujeres, que esta facción rechaza tajantemente y sobre las que podría haber aberturas por parte de la Iglesia De Francisco. 

Una controversia que ya es un choque por capítulos y que ahora, con el inicio del sínodo, parece haber entrado en un punto álgido. Tanto es así que, el pasado lunes, el vaticanista Sandro Magister, cercano al bando tradicionalista, hizo públicas otras dos misivas en las que cinco cardenales -entre ellos, Zen y Müller- manifestaban su malestar ante la posibilidad de cambios dentro de la Iglesia.

Un malestar que ha hecho que los más cercanos a Francisco cerraran filas a su alrededor. “El Papa ya ha respondido a los ‘dubia (dudas)’ de estos cardenales. Ellos no han publicado la respuesta del Santo Padre, que a pesar de sus muchas ocupaciones se había tomado el trabajo de responderlas”, respondió el nuevo prefecto del Congregación de la Doctrina de la Fe, el argentino Víctor Manuel “Tucho” Fernández. 

“En lugar de publicar esas respuestas, ahora hacen públicas nuevas preguntas, como si el Papa fuera su esclavo para los mandados”, criticó Fernández, en declaraciones al diario español ‘ABC’.