Los hechos, según ha informado este martes la Policía, tuvieron lugar cerca de las seis de la madrugada del pasado domingo, momento en que una patrulla de vigilancia por la calle Pontevedra fue alertada por varias personas de que se estaba produciendo una pelea entre jóvenes a la entrada de un local próximo.

Los agentes vieron a su llegada que dos jóvenes se estaban dando puñetazos y que uno de ellos cayó al suelo, momento en que se apearon del coche patrulla.

Justo entonces, el agresor echó a correr en dirección a la calle Arenal haciendo caso omiso de todas las veces que los agentes le dieron el alto, hasta que uno de ellos consiguió alcanzarlo.

En ese momento, el joven se giró y le dio un puñetazo al agente antes de que este lo agarrase y se fuesen ambos al suelo, donde ofreció una fuerte resistencia antes de ser detenido como presunto autor de un “delito de resistencia y desobediencia grave”.

Después, el portero de la discoteca explicó que el ahora detenido trató de acceder al local sin abonar la entrada, por lo que le impidió el paso, lo que desencadenó una reacción violenta como respuesta.

El portero, que tenía la boca y la nariz ensangrentadas, dijo que quería presentar denuncia por lo ocurrido y que se trasladaría a un centro de salud para recibir atención médica.