No es Novak Djokovic un tipo al que le hayan ido nunca las medias tintas, ni muchos menos. Siempre volcánico y firme defensor de sus postulados, por más que resulten en algunos momentos inentendibles para el común de los mortales, el tenista serbio usó este lunes el altavoz de Roland Garros para mandar un nuevo mensaje al mundo, dando una muestra más de que no le importan las consecuencias individuales de sus actos y de que, en su caso, la política y el deporte sí van de la mano.
“Kosovo es el corazón de Serbia. Basta de violencia”, firmó en serbocroata en la cámara una vez finalizado su estreno en París ante el estadounidense Aleksander Kovacevic, del que se deshizo sin problemas en tres mangas. Un mensaje escrito a conciencia y que llega en plena escalada de tensión e incidentes tras la toma de posesión de alcaldes albaneses elegidos en las controvertidas elecciones celebradas en ciudades del norte, predominantemente serbias y autónomas del resto del Kosovo, autodeclarado independiente en 2008.
Viene Nole de navegar las dos últimas temporadas entre polémicas y vetos por su rechazo a vacunarse contra el covid, que le llevó a perderse los Grand Slams de Australia y Estados Unidos en 2022 y llegó a poner por momentos en jaque su carrera, ganándose el rechazo de buena parte de la población mundial. Ahora, una vez superado ese episodio al levantar Estados Unidos la última de las prohibiciones, el número tres del tenis mundial ha decidido pasar a un nuevo plano y usar su potencia mediática para, en pleno Roland Garros, internacionalizar el conflicto entre Kosovo y Serbia con un mensaje que va más allá de una simple petición de paz.
“Kosovo es nuestra piedra angular”
“No soy un político y no tengo la intención de generar un debate político. Este asunto es muy sensible. Como serbio, todo lo que está pasando en Kosovo me duele mucho, y esto es lo mínimo que podía hacer”, defendió ante los periodistas de su país, en unas declaraciones recogidas por el medio Tennis Majors. “Siento la responsabilidad como persona pública, independientemente del ámbito al que pertenezco, de mostrar mi apoyo. Especialmente como hijo de un hombre nacido en Kosovo. Tengo la necesidad de dar mi apoyo a ellos y a Serbia. No sé qué deparará el futuro para la gente serbia en Kosovo, pero es necesario mostrar respaldo y demostrar unidad en este tipo de situaciones”, se explicó Nole antes de profundizar en su postura.
“Mi posición es clara. Estoy en contra de la guerra, la violencia y cualquier tipo de conflicto, como siempre he dicho en público. Empatizo con todo el mundo, pero la situación allí es un precedente en derecho internacional. Lo siento mucho, Kosovo es nuestro corazón, nuestra piedra angular, nuestros monasterios más importantes están allí”, concluyó Djokovic, en un discurso en el que indudablemente reclamaba la pertenencia de ese territorio a Serbia y recordaba a otro que dio en 2008 en Australia, justo tras ganar el primer Grand Slam de su carrera.
Respuesta de Kosovo
Tampoco pilla por sorpresa, por tanto, la postura del tenista, que ya en los últimos meses había aumentado de nuevo su exposición sobre el tema, convirtiendo sus redes sociales en un lugar de enfrentamiento entre los dos bandos tras referirse en varias ocasiones a Kosovo como una parte más de Serbia y asegurar que quiere bautizar a sus hijos en la región próximamente.
“No-Vax No entry (No vacunado, no entras)“, respondió de forma tajante el ministro de Deportes kosovar, Hajrulla Ceku, a las intenciones de Nole, señalado como un “nacionalista serbio” por los partidarios de la independencia. Recientemente, vio también cómo un mural con su cara levantado en la región fue destrozado por unos desconocidos.
Actos que perturban poco a Djokovic, que en París volvió a la carga. “No sé qué va a pasar. He oído que ha habido muchas objeciones en las redes sociales, si me van a castigar… Pero no me contengo, lo volvería a hacer”, concluyó este lunes el número tres, al que ni la lucha por su 23º Grand Slam, que le dejaría solo en la cima histórica de su deporte, le hace renegar de su álter ego más polémico.
No sacia lo puramente deportivo al serbio, que ha provocado que lo político sea protagonista en el inicio de Roland Garros y reaviva el debate sobre si los organizadores o la ATP deberían tomar cartas en el asunto para evitar este tipo de declaraciones en sus torneos. Teóricamente, están prohibidas, aunque a la hora de la verdad nunca hay consecuencias. Y tampoco será en esta ocasión, ya que, consultada por la agencia Reuters, la Federación Francesa de Tenis (FFT), organizadora del grande parisino, afirmó que “no hará ninguna declaración ni adoptará ninguna postura sobre este asunto”.
Enlace de origen : Djokovic mete a Roland Garros en un charco: “Kosovo es el corazón de Serbia”