Al cerrar el partido la jornada, ambos equipos tenían claro cómo se quedaban en la tabla según el resultado que se diera, que en el caso de triunfo local era consolidarse en la sexta a siete puntos de la séptima y muy cerca del quinto, el Villarreal, solo con dos más; y en el del visitante con la opción auparse a la séptima.

Interesantes objetivos europeos de dos conjuntos que llegaron al Benito Villamarín tras ganar en la anterior jornada, el Betis en San Mamés ante el Athletic (0-1) y el Rayo en Vallecas al Valladolid (2-1), con lo que la misión era prolongar la racha.

Para ello, el entrenador de los sevillanos, el chileno Manuel Pellegrini, dio continuidad en la punta al brasileño Willian José, autor del gol en Bilbao, y puso en el centro de la defensa a Édgar González, quien no pudo jugar ese partido por sanción.

En el madrileño, su técnico, Andoni Iraola, repitió el mismo once que ante el Valladolid, ya que mantuvo en el eje de la zaga al ghanés Abdul Mumin y dejó en la suplencia al francés Florian Lejeune pese a que tenía cumplido el partido de suspensión que le había dejado fuera la pasada semana.

El partido empezó eléctrico, porque antes de que se cumpliera el primer minuto una incursión por la izquierda de Álvaro García acabó con una parada del meta chileno Claudio Bravo, pero el rechace llegó a Isi Palazón para que éste rematara y el balón lo repeliera un poste.

Tres minutos después fue el brasileño Luiz Henrique el que hizo intervenir a portero macedonio Stole Dimitrievski, quien mandó el balón a córner y que éste se botara para que el lateral derecho senegalés Youssouf Sabaly se sacara un zurdazo desde fuera del área que puso el balón dentro de la meta por la escuadra.

El tempranero 1-0 no varió en nada el arranque del encuentro, con el Betis con ganas de atacar y el Rayo rápido para plantarse en el área adversaria, hasta el punto de que Isi Palazón vio como, antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, otra vez un remate suyo se estrellaba un poste, ahora tras desviar la pelota Claudio Bravo.

Partido de ida y vuelta, de transiciones rápidas, en el que el balón merodeó las áreas con las dos formaciones atacando con muchos hombres y por eso también con muchos espacios por detrás cuando se perdía la posesión de la pelota.

Ya en la fase final del primer periodo, los locales lograron que bajara el ritmo con posesiones más largas con las que controlar la situación, pero además, muy poco antes del descanso, ratificaron su eficacia ante el marco adversario en otra jugada a la salida de un saque esquina, en esta ocasión al estar atento dentro del área chica Ayoze Pérez para poner el 2-0.

Poco se había visto en la reanudación del partido hasta que a los siete minutos San Comesaña remató de cabeza un centro desde la izquierda de Fran García y que significó el 2-1, en un jugada que fue protestada por los verdiblancos ya que estaba tirado sobre el césped el mexicano Andrés Guardado, que había salido en este período por el portugués William Carvalho, al sufrir un choque con el argentino Óscar Trejo.

Fue el propio Óscar Trejo el que, rebasada la hora de juego, se encontró con el tercer palo del partido en contra de los intereses de su equipo, en esta ocasión el larguero con Claudio Bravo batido, pero ello fue una muestra que la formación de Iraola iba a por el empate.

Pese a ello, el partido se metió en la recta final con el 2-1 que defendió bien el Betis ante la insistencia del Rayo por encontrar el premio del empate, pero lo que sucedió fue que en la prolongación, en una contra local con los visitantes volcados ante el área adversaria, Borja Iglesias sentenció con el 3-1 tras un pase de Joaquín Sánchez, quien jugó durante el alargue del choque.