El gigantesco fondo soberano de Noruega, Norges Bank Investment Management, ha publicado ya su informe anual de 2021, en el que desgrana dónde y cómo ha invertido el equivalente a 1,2 billones de euros de los contribuyentes noruegos. Y por segundo año consecutivo, España no sale muy bien parada.
El peso de los activos españoles (renta variable, renta fija y bienes inmuebles) ha pasado de representar el 1,6% de la cartera total de NBIM (113,3 billones de coronas noruegas) a representar el 1,3% (106,6 billones de coronas).
Con ello, se aleja todavía más de los máximos de 2019, cuando los activos españoles representaron el 1,8% de todo el patrimonio de NBIM (117,2 billones). Esto supone una caída de casi el 30% de la posición relativa de España en las inversiones del fondo noruego en apenas dos años.
Además, el fondo soberano ha reducido su participación en 54 de las 77 compañías cotizadas españolas en las que estaba invertido a 31 de diciembre de 2020. Y en ocho de esos casos, la venta ha sido para salir completamente del valor: tres por una decisión de inversión (la industrial Tubacex, la empresa de medios Vocento y la de renovables Grenergy), y en cinco porque el valor ha dejado de cotizar (los bancos Bankia y Liberbank, la operadora de telecomunicaciones Euskaltel, la empresa de renovables Solarpack y la inmobiliaria Quabit).
Entre las desinversiones parciales ha habido algunas muy significativas, tanto en términos absolutos como en relativos. Y centradas tanto en sectores eminentemente cíclicos, como la banca y los medios de comunicación, como en sectores defensivos, como las energéticas tradicionales.
Por ejemplo, en BBVA ha pasado de disponer del 4,37% del banco al 1,88%, lo que supone un recorte de la participación del 57%. En el caso de CaixaBank la reducción es del 41% (pasa del 3,87% al 2,27%), pero en realidad es aún mayor debido al efecto de la absorción de Bankia. En el año 2020, NBIM ostentaba también un 1,1% de la entidad madrileña, cada una de cuyas acciones se transformó en 0,68 del banco catalán. La posición en Banco Sabadell se ha reducido también un 23,5% (del 3,32 al 2,54%).
Otras salidas significativas son las de Naturgy y REE. En el primer caso, NBIM decidió acudir a la opa parcial lanzada por el fondo australiano IFM, con lo que la participación menguó desde el 0,83% de 2020 al 0,12% del 31 de diciembre de 2021. En el segundo, la posición del 1% ha quedado reducida al 0,52%. También en Iberdrola ha habido una venta de participaciones, aunque más reducida. NBIM ha pasado de declarar un 3,41% de la compañía eléctrica en 2020 a un 3,22% en 2021, una reducción del 5,6%.
En el caso de los medios de comunicación, la salida es bastante evidente. A la desinversión total en Vocento (ABC, El Correo), de donde se ha desprendido del 2,23% que controlaba, hay que sumar la venta del 40,37% del 1,09% que tenía en el Grupo Prisa (El País, La Ser); la del 46% del 1,04% de Atresmedia y del 15% del 2,5% que poseía en Mediaset.
En términos relativos sobresalen algunos nombres. El que más, el de Corporación Financiera Alba, el vehículo inversor de la familia March. NBIM ha prácticamente salido de la sociedad, quedándose con un residual 0,02%, frente al 0,31% de doce meses antes.
También la inmobiliaria Neinor, con una capitalización que roza los 1.000 millones de euros, ha sufrido el recorte de los noruegos. La posición del 2,44% de 2020 ha quedado reducida al 0,72% un año después, apenas un 30% de la inicial.
NBIM ha ejecutado una importante desinversión parcial en Técnicas Reunidas, de la que pasa a disponer apenas un 1,43% frente al 4,31% del año anterior. Y también en Applus, la ingeniería automotriz, cuya participación se ha reducido a la mitad (del 4,12% al 2,05%).
Las apuestas noruegas
En el otro lado de la balanza se han situado 22 valores donde NBIM ha aumentado su participación, en algunos casos, como la inmobiliaria Aedas Homes y la energética Repsol, de forma muy significativa. Un +116,44% en el primer caso y un +62,12% el segundo.
El aumento de la participación en Repsol, hasta el 3,21% del capital desde el 1,98%, se une también a la de Endesa, que aumenta un 28%, aunque desde unas posiciones iniciales pequeñas (del 0,43% al 0,55%). Estos movimientos no compensan, en términos absolutos, las desinversiones parciales en Naturgy, REE e Iberdrola. El peso de la cartera de ‘utilities’ españolas en NBIM ha pasado del 0,3% del total en 2020 al 0,2% actual.
En el caso de los bancos pasa algo parecido. Los recortes de posición en BBVA, CaixaBank y Sabadell contrastan con los de Santander (+8,7%), Unicaja (+15,6%) y Bankinter (+43,14%), pero estas tres inversiones no son suficientes para evitar una caída neta de los valores financieros españoles entre los activos de los noruegos. Estos pasan también del 0,3% al 0,2%.
Y al margen de estos incrementos de participación, hay cinco cotizadas que reciben por primera vez al fondo soberano nórdico entre sus accionistas. Entre las escogidas, hay variedad, tanto de tamaño como de sector. Por una parte están las industriales Arteche Lantegi (172 millones de valor en bolsa), donde NBIM ha entrado con un 1,04% del capital y la firma de diagnósticos médicos Atrys Health (500 millones de capitalización), donde posee un 1,19%.
A ello hay que añadir un testimonial 0,22% en la minera Atalaya Mining (valor total de 723 millones), gestionada por Rio Tinto; un 0,2% de Acciona Renovables, que salió a bolsa el año pasado y que ahora cuenta con una capitalización de 9.500 millones de euros y un 0,91% de Línea Directa, la compañía de seguros que sacó a bolsa Bankinter y que ayer cerró con un ‘market cap’ de 1.589 millones.
source El éxodo español del fondo soberano noruego continúa: reduce posición en 54 valores