El presidente turco, Tayyip Erdogan, se mantiene en sus trece. El país otomano no va a endurecer su política monetaria ni a subir los tipos de interés pese a sufrir una inflación del 73% interanual. La decisión está provocando un nuevo desplome de la lira, que cotiza por encima de las 17 por dólar por primera vez desde diciembre.
La divisa turca ya registra el peor rendimiento de los mercados emergentes en lo que va de año, con una caída del 28,5% de su valor. Erdogan reiteraba a comienzos de esta semana que la inflación no es el principal problema al que se enfrenta la economía turca, y que los responsables de la política monetaria del país llegarán incluso a recortar los tipos.
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Paula Soler
El ‘precio del dinero’ se ha mantenido durante las últimas cinco reuniones del banco central turco en el 14%. También cuando los precios al consumo volaron hasta el 73,5%, afectados principalmente por el alza de los alimentos y la energía. Así, Turquía tiene ahora el tipo de interés político negativo más profundo del mundo si se ajusta a la inflación.
Por si se necesitaran más señales de la inquietud que reina entre los inversores, los ‘credit default swap’ (CDS) han tocado el nivel más alto desde la crisis financiera de 2008.
La inflación crece al ritmo más rápido en 24 años. El lunes, Erdoğan reconoció que había un “problema de coste de la vida” en su país, pero insistió en que su modelo económico pronto daría resultado. “Hemos dejado de lado las recetas económicas impuestas por las instituciones financieras imperialistas que enriquecen a los ricos y empobrecen a los pobres aumentando el tipo de interés”, expresó entonces.
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El presidente y sus altos funcionarios llevan tiempo publicitando su “nuevo modelo económico”, un experimento a través del cual pretenden controlar los altos precios aprovechando la debilidad de su divisa para impulsar las exportaciones e inversión, y acabar con el déficit comercial del país. Antes de la guerra en Ucrania, los analistas alertaban del peligro de que este ‘modus operandi’ pudiera provocar el hundimiento de la moneda local y la persistencia de una alta inflación.
Más de 100 días después de que Rusia invadiera a su país vecino, Turquía, un gran importador de energía, se está enfrentando a un preocupante y creciente déficit por cuenta corriente, y le faltan divisas extranjeras.
source El ‘nuevo modelo económico’ de Turquía hunde la lira: ¿sube la inflación, bajan los tipos?