Tras más de 27 años en el poder en Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano (CNA, movimiento en el que militó Nelson Mandela) cosechó su peor resultado de la democracia en los últimos comicios municipales y su apoyo bajó por primera vez del 50%, arrastrado por la corrupción y la mala gestión.
Según los datos definitivos divulgados este jueves por la Comisión Electoral Independiente (IEC, por sus siglas en inglés), el CNA se adjudicó un 47,9% de los votos emitidos en las elecciones municipales del pasado 1 de noviembre. Ese porcentaje es notablemente inferior al 53,91% que el partido gobernante logró en los comicios locales de 2016. De los 26,2 millones de votantes registrados, un 45,71% ejercieron su derecho democrático, precisó el presidente de la IEC, Glen Mashinini, durante la presentación de los resultados en Pretoria.
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Aunque se mantiene como el partido más votado en la mayor parte del país, el CNA -que se volcó en una campaña a pie de calle encabezada por el presidente del país, Cyril Ramaphosa-, fracasó en su meta de recuperar la mayoría absoluta en las alcaldías más importantes del país, como la de Pretoria o Johannesburgo (centro), e incluso perdió la que tenía en Durban (este). “El pueblo ha hablado”, admitió Ramaphosa en el acto de publicación de los resultados electorales.
Los sudafricanos castigaron al CNA por sus graves escándalos de corrupción, por los problemas económicos y de seguridad a escala nacional y por la deficiente gestión de los ayuntamientos a nivel local. La campaña electoral estuvo salpicada de protestas comunitarias que escenificaban el descontento de los ciudadanos por la falta de servicios tan básicos como la electricidad o el agua.
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Estos comicios registraron también la tasa más baja de participación en Sudáfrica desde la llegada de la democracia, en un claro signo de aumento de la apatía política en el país. Eran, además, la primera cita con las urnas desde el inicio de la pandemia de covid-19 y tras los graves disturbios que Sudáfrica vivió el pasado julio y que dejaron 354 muertos.
Tampoco hay grandes triunfadores
Pese a todo, los principales grupos de la oposición tampoco lograron capitalizar el varapalo del CNA, lo que provocará que un número creciente de alcaldías sudafricanas dependan de coaliciones y pactos políticos. El apoyo al principal bloque opositor, la liberal Alianza Democrática (AD, especialmente popular entre la población blanca y mestiza), bajó también y se quedó en el 20 % (frente al 26,9 % de las municipales de 2016).
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La AD sí logró, no obstante, conservar con comodidad su gran bastión en la Alcaldía de Ciudad del Cabo. Sí mejoró ligeramente sus datos la formación de izquierda radical Luchadores por la Libertad Económica (EFF, en sus siglas en inglés), con un 10,6 % de los sufragios frente a un 8,19 % en 2016, pero, en gran medida, la fuga de apoyos oficialistas quedó amortiguada por el auge de candidaturas locales de partidos más pequeños.
Es el caso de Action SA, un nuevo partido creado por el exalcalde de Johannesburgo Herman Mashaba, que con un 1,8 % de los apoyos en la gran capital económica sudafricana será clave para determinar un futuro gobierno de coalición para esta alcaldía metropolitana.
Adiós a la hegemonía incontestable del CNA
Con las cifras de estos comicios, el antiguo movimiento de liberación consolida una tendencia de desgaste progresivo que comenzó en las elecciones municipales de 2016, cuando su apoyo nacional bajó por primera vez del 60 % y se quedó en el 53,91 %. En las elecciones generales de 2019, las promesas de regeneración encarnadas por el presidente Ramaphosa permitieron al CNA asegurarse otros cuatro años de gobierno con un dato mejor (57,50 %), pero estos comicios municipales reflejan un nuevo gran salto hacia atrás.
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“El mensaje es que los sudafricanos han perdido la confianza en el CNA, pero el problema es que tampoco hay una alternativa clara emergiendo”, apuntó a Efe el analista sudafricano Jakkie Cilliers, cofundador del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS, por sus siglas en inglés). En este sentido, Cilliers considera “positivo” que estos comicios amplíen la necesidad del CNA de negociar coaliciones para poder gobernar.
Un horizonte así supondría una nueva era para la política de la nación más desarrollada de África, cuya trayectoria democrática estuvo hasta ahora marcada por la hegemonía absoluta del movimiento que encabezó la liberación de la mayoría negra del brutal yugo del sistema segregacionista del “apartheid”.
source El partido de Mandela cosecha en Sudáfrica su peor resultado de la democracia