Jesús J. G., alias Suso, el sospechoso de haber acabado con la vida de una niña de 5 años de edad, Nadia, hija adoptiva de su expareja, en una casa de Murcia, llamó a su antigua novia y a otra persona: su propia madre.

La progenitora del sospechoso fue quien descubrió el cuerpo sin vida. Después explicaría que su hijo la llamó por teléfono (cuando ella estaba con dos amigas en un bar) para pedirle que subiese al piso, porque estaba la niña “durmiendo” y él tenía que irse, para que no se quedase sola. La mujer hizo caso a su hijo, volvió a su casa y encontró a la chiquilla en el dormitorio “echando espuma por la boca”, aunque todavía viva. Entonces llamó al 112.

Al lugar se movilizaron, en una ambulancia del 061, sanitarios que durante un buen rato trataron de reanimar a la niña, lamentablemente sin éxito. La pequeña expiró en uno de los dormitorios de la vivienda. Ahí permaneció su cuerpo, hasta que, pasadas las nueve y media de la noche, se autorizó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Murcia. 

Suso compartía en sus redes imágenes en las que se le ve con la niña en sus hombros, jugando juntos o comiendo: estampas de un vínculo que podría parecer de padre e hija. El individuo fue arrestado horas después del crimen, en la vecina provincia de Alicante, en concreto en la localidad de Torrevieja.

Problemas con las drogas

La madre del sospechoso también relató a la Policía que su hijo tiene problemas de adicciones a las sustancias estupefacientes desde hace años.

La ex de Suso, Ramona, junto a una decena de allegados, acudió este miércoles al minuto de silencio que en memoria de Nadia, de quien tenía la custodia y a quien había criado, iba a tener lugar en el exterior del Ayuntamiento de Murcia. En las puertas del consistorio se encontraba también Isabel, prima de Ramona y madre biológica de la pequeña Nadia.

Enlace de origen : El presunto asesino de su hijastra en Murcia, a su madre: "Sube a la casa, que la niña está durmiendo"