
El 19 de marzo de 2011 salió el primer tren de carga China-Europa. Partió de Chongqing, en el suroeste de China, con destino a Duisburg, en Alemania. Pasó por Kazajistán, Rusia, Bielorrusia y Polonia. Desde su lanzamiento, el servicio ha evolucionado hasta convertirse en un enlace vital entre China y Europa y no ha dejado de facilitar la cooperación, la resiliencia de las cadenas de suministros y el intercambio cultural.
En los 14 años transcurridos desde su primer viaje, el tren de carga China-Europa ha crecido significativamente en volumen y alcance. Lo que comenzó como una sola ruta entre Chongqing y Duisburg se ha expandido a más de 200 ciudades en 25 países europeos, con miles de trenes recorriendo anualmente el trayecto.
Este corredor ferroviario ha reducido considerablemente los tiempos de tránsito en comparación con el transporte marítimo, brindando una opción más rápida y eficiente para empresas que dependen de cadenas de suministro globales.
Además de su impacto económico, el servicio ferroviario ha fortalecido los lazos culturales y diplomáticos entre China y Europa.
A lo largo de los años, el tren no solo ha transportado bienes como productos electrónicos, maquinaria y textiles, sino que también ha facilitado el intercambio de conocimientos, tecnología y cooperación en diversas industrias.
En un contexto global de desafíos logísticos y geopolíticos, el tren de carga China-Europa sigue siendo un símbolo de integración y conectividad, demostrando el potencial del transporte ferroviario en el comercio internacional del siglo XXI.
Enlace de origen : El tren de carga China-Europa cumple 14 años en 2025: es un hito importante para el comercio internacional y la conectividad