¿Es peor dejar de fumar que seguir? La adicción y el dilema de la abstinencia

Cada vez menos jóvenes fuman tabaco, pero el aumento de usuarios de cigarrillos electrónicos refleja un problema creciente: ¿es el vapeo una alternativa segura o un camino hacia nuevas adicciones? Los cigarrillos electrónicos, que aparentan ser inofensivos por el vapor blanquecino que emiten, presentan riesgos desconocidos que pueden suponer un serio desafío a la salud pública. Esta es la advertencia de un grupo de investigadores de la Universidad de Murcia (UMU): la profesora del Departamento de Farmacología de la UMU, María Cristina Núñez, la profesora Victoria Gómez y el investigador predoctoral Aurelio Franco, quienes advierten que la nicotina y otros compuestos presentes en el tabaco y en los llamados vapers tienen serios efectos a corto y largo plazo. Analizan el dilema de si la abstinencia de nicotina es una solución efectiva o si implica desafíos más grandes que el mismo consumo.

Tabaco y vapeo

El tabaco sigue siendo uno de los mayores problemas de salud pública en el mundo, y en España es la segunda droga más consumida, solo superada por el alcohol. Desde 2006, el tabaquismo adolescente ha disminuido, pero no ocurre lo mismo con el vapeo, cuyo uso ha crecido de forma preocupante en la última década. Los llamados vapers o cigarrillos electrónicos parecen menos dañinos y, en algunos adultos, sirven como herramienta para abandonar el tabaco. Sin embargo, en adolescentes, el consumo de estos dispositivos puede convertirse en un pasaje de iniciación hacia el consumo de tabaco convencional, explican los investigadores.

El hecho de que el vapeo esté envuelto en una imagen de mayor seguridad se debe en parte a la naturaleza de su humo, una bruma que parece vapor de agua. Sin embargo, esta nube contiene glicerina, y junto con otros componentes, como el propilenglicol, tiene efectos dañinos sobre la salud. Este último compuesto, presente en la mayoría de los cigarrillos electrónicos, genera inflamación en los pulmones, advierte el equipo de la UMU.

Los efectos de la nicotina

La nicotina, sustancia altamente adictiva que actúa sobre el cerebro, es la razón por la cual el tabaco y los vapers tienen un potencial de dependencia tan alto. Según los investigadores, cuando la nicotina entra en el organismo, provoca una liberación de dopamina, conocida como el «neurotransmisor de la felicidad». Esta recompensa química es la que lleva a muchos consumidores a buscar el consumo repetido. Sin embargo, advierten, el uso prolongado altera los circuitos cerebrales, consolidando la dependencia.

El impacto de la nicotina varía según la edad: «Los efectos de la nicotina en el cerebro son particularmente nocivos cuando se consume en etapas tempranas, como la adolescencia, cuando el cerebro aún se está desarrollando», explican los expertos de la UMU. Estudios recientes indican que el uso de nicotina en la adolescencia puede aumentar el riesgo de enfermedades psiquiátricas y alteraciones cognitivas en la adultez, incluyendo problemas de atención que empeoran con el tiempo. Los investigadores subrayan que la exposición prolongada a la nicotina puede incluso reducir el volumen cerebral y aumentar los niveles de inflamación y estrés.

Aun así, la investigación indica que en adultos puede existir una ligera mejora en algunos procesos cognitivos por el consumo de nicotina, aunque los efectos negativos superan en mucho a estos beneficios. Entre ellos, Núñez, Gómez y Franco resaltan que el consumo prolongado de nicotina favorece la inflamación y el endurecimiento de las arterias, aumentando riesgos cardiovasculares y neurológicos. Además, tanto el tabaco como los vapers contienen gases tóxicos y metales pesados que afectan a los sistemas respiratorio, nervioso y cardiovascular y pueden derivar en cáncer.

¿Vale la pena la abstinencia?

Abandonar el tabaco o el vapeo no es fácil y a menudo implica síntomas físicos y emocionales. La irritabilidad, ansiedad, insomnio, falta de concentración y otros síntomas propios del ‘mono’ de la nicotina pueden llevar a cuestionar si el esfuerzo vale la pena. Para los investigadores, los síntomas emocionales del síndrome de abstinencia representan un gran desafío. A estos se suman efectos físicos como el estreñimiento, el aumento de peso o la tos, molestias que pueden dificultar la decisión de dejarlo

No obstante, los beneficios de dejar el tabaco comienzan desde el primer día y van en aumento. Según el equipo de la UMU, la huella de la nicotina en el cerebro es, hasta cierto punto, reversible, y los síntomas de abstinencia, aunque fuertes, son pasajeros. Entre las ventajas de dejar de fumar, destaca una mejoría en la circulación sanguínea y en la función pulmonar en apenas un mes. A los quince años de abstinencia, el riesgo de padecer enfermedades del corazón se aproxima al de una persona que nunca ha fumado.

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