Nico Denz, ganador ya de la etapa 12, fue el gran protagonista del día. Dentro de una escapada de 29 unidades no estaba en cabeza, en esa ‘fuga de la fuga’ que diría Chente García Acosta en ‘El día menos pensado’, pero hizo unos dos últimos kilómetros de infarto para dar caza a la cabeza y esprintar para ganar, por delante de Derek Gee (Israel) y Alberto Bettiol (EF).

El alemán, como el resto de escapados que no había logrado ser cabeza de carrera tras la fragmentación de la fuga, podía haberse resignado a luchar por plazas intermedias. Pero no, quiso luchar por anular al trío de cabeza y lo hizo. Se puso a tirar, sin importarle que el resto de rivales le fueran a rueda, y llegó a cabeza.

Entonces, el italiano Alberto Bettiol (EF) intentó irse pero Denz siguió empeñado en hacer doblete y le neutralizó, dando continuidad a su ataque, sacando fuerzas de flaqueza. Eso sí, tan magna y brutal era la remontada que quiso celebrarlo y, brazos en alto, su ritmo bajó y por detrás estuvo a punto de birlarle la cartera el canadiense Derek Gee. Al final, Denz tuvo etapa, doblete y justicia.

En un día pasado por agua, de nuevo, el pelotón dejó hacer. Quizá demasiado, porque el grupo de favoritos entró a 21 minutos de Denz. Una demora que puede tener dos causas; una de ellas, la necesidad de retomar fuerzas tras las inclemencias climáticas de estos días.

Otra posible razón podría ser el interés del INEOS Grenadiers en que Geraint Thomas cediera la ‘maglia rosa’ para no trabajar tanto en etapas venideras. Y así fue. Ahora, el nuevo líder es el francés Bruno Armirail (Groupama-FDJ).

El galo era el mejor situado de los 29 ciclistas de la fuga, y estaba a 18:37 minutos de Thomas. Entró en meta algo descolgado, al final, con 53 segundos perdidos respecto a Denz. Pero el pelotón, sin que nadie se atreviera a incrementar el ritmo de sesteo del INEOS, llegó finalmente a 21:11. Ni el Jumbo-Visma de Primoz Roglic, gran rival de Thomas, quiso dar caña para obligar a su rival a seguir trabajando.