El Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) debe absorber la asistencia a 3.150 personas más como resultado del último plazo de elección de hospital. Desde 2014, Ribera Povisa ha perdido unas 24.000 tarjetas públicas. ¿Tienen capacidad los hospitales públicos para asumirlo? «Hasta ahora, sí», sostiene el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño. Y, si esta dinámica se mantiene, ¿cuánto más pueden absorber? «Lo que haga falta», respondía esta mañana en un acto en el Álvaro Cunqueiro.
Este debate se plantea en un contexto en el que el concierto singular que permite la atención especializada a una quinta parte de la población del área —115.600 personas— va por la tercera prórroga —la primera no recogida en el contrato y por «interés público»— y termina a final de año. Gómez Caamaño no aseguró un acuerdo en el mes y poco que resta: «Depende de las negociaciones, que están bastante avanzadas».
Con respecto a la segunda mayor fuga de usuarios públicos de Povisa desde que se habilitó esta posibilidad —2014—, Gómez Caamaño hizo la siguiente lectura: «Veo que la gente quiere cambiarse a un hospital de primer nivel como es el Álvaro Cunqueiro». No considera que dificulte las negociaciones en curso. «No complica nada. Todos los años se produce cierto trasvase, en mayor o menor medida. Estamos en las negociaciones, todavía no están cerradas. Esperaremos a ver el resultado final», respondió.
La plataforma SOS Sanidade Pública defiende que el camino es que el sistema público acabe dando atención a toda la población del área y pide que se le dote de los medios necesarios para ello. «Será lo que tenga que ser», respondió el conselleiro sobre esta demanda y añadió: «A día de hoy estamos trabajando con el próximo acuerdo con Povisa y ya está. Poco a poco. No puedes trasvasar mucha gente de repente, eso es algo que tiene que hacerse con programación, planificación para garantizar que la asistencia sanitaria sea la mejor posible. E igual para todos los habitantes de esta área sanitaria».
Muface
Con respecto a la posible liquidación de Muface y el trasvase de unos 63.100 mutualistas al Sergas, reprochó que la Xunta no tiene «ninguna comunicación oficial». Lo ve «como un debate ideológico entre dos ministerios del gobierno central» y censura que no se haga por los cauces oficiales. Tilda de « frivolidad, hablar así de gente como si fuesen números».
Bicis que cargan teléfonos
El conselleiro de Sanidade acudió esta mañana al Álvaro Cunqueiro con su homóloga de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, para presentar un proyecto piloto de puntos de carga sostenibles de dispositivos electrónicos con bicicletas estáticas —planta 4, vela A—. El hospital está instalando placas fotovoltaicas, usa ecopastoreo y empezará a fabricar compost.
La conselleira avanzó que la próxima semana presentarán el segundo programa operativo de la estrategia de cambio climático, con 100 medidas hasta 2030.
Acto de SOS Sanidade Pública. / Pablo Hernández Gamarra
Una vía con la que el conselleiro prevé «sorprender» a SOS Sanidade Pública
La plataforma SOS Sanidade Pública organizó esta tarde en el auditorio del Areal de Zona Franca un acto informativo y reivindicativo bajo el título «Reconstruír a Área Sanitaria de Vigo». Lo hace después de que, a finales del mes de octubre , representantes del colectivo se reunieran con el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, para hablar sobre el informe del Consello de Contas con el que fiscaliza la concesión del Novo Hospital de Vigo y, entre otras cuestiones, sobre las medidas necesarias para revertir sus consecuencias.
A juicio de SOS Sanidade Pública, una de ellas es dotar al área de los recursos públicos suficientes para atender al 100% de la ciudadanía y pidieron que el acuerdo que se negocia con Ribera Povisa no hipoteque ese futuro. Cuentan que Gómez Caamaño manifestó que estaban en plena negociación para firmar un «acuerdo, que no llamó concierto» para garantizar la equidad en la atención a toda la población. Sin avanzar nada más, les comentó que les iba a «sorprender».
Enlace de origen : Gómez Caamaño asegura que el Chuvi podrá asumir las tarjetas «que haga falta»