Vuelve a Canarias después de labrarse una carrera en Latinoamérica, especialmente en México donde ha residido mucho tiempo. ¿Cómo encuentra el panorama del sector en las Islas?
Me fui de las Islas en 2011 con el pensamiento de que vivir de la actuación en Canarias era algo muy complicado. Doce años después regreso con toda la ilusión del mundo y con ganas de darle la vuelta a la tortilla. Mi realidad es la siguiente: Canarias es un paraíso para las producciones audiovisuales. Tenemos un clima excepcional con más de 3000 horas de luz al año, unas localizaciones hollywoodienses… Todos estos factores dan una estabilidad a la hora de rodar que cualquier productor firmaría con los ojos cerrados. Además contamos con unas ventajas fiscales alucinantes con deducciones para productores con residencia fiscal en Canarias que se encarguen de la ejecución de una producción extranjera o nacional. Ahora bien, a mi parecer, un actor grandes ventajas no tiene. En lo poco que llevo en casa, sí que es cierto que estoy haciendo muchas pruebas; aunque son para personajes de reparto y muy de vez en cuando alguno con más peso. Mi realidad es que, y nunca hablo con una verdad absoluta, siempre desde mi punto de vista, en el caso de una producción extranjera, llegan para beneficiarse de un panorama más que atractivo, con un reparto de actores cerrado y por ello dejando las pequeñas intervenciones al talento canario. Si no me equivoco, para producciones nacionales, si que es cierto que tienen la obligación de contratar a un secundario. En mi caso, ahora mismo, si no tuviera el mercado mexicano, colombiano y francés, no podría vivir de la actuación.
¿Se conoce fuera del Archipiélago lo que en materia audiovisual está sucediendo en las Islas?
Afortunadamente está siendo un boom y ya es un hecho que se están rodando muchas coproducciones. Tengo mucha esperanza porque el hecho de haberme internacionalizado y que me conozcan por ejemplo en México es un plus; ya que se van a requerir personajes con diferentes acentos y es algo que como actor me caracteriza.
No hay ni un día en el que me vaya a dormir sin haber hecho algo para mejorar
¿Por qué decidió trasladarse a otro continente y por qué ha regresado a su tierra?
En 2014 tuve mi primer contacto con Latinoamérica para presentar un programa de televisión americano en Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Fue una experiencia increíble y el carácter latino me hacía sentir como en casa. Al año siguiente, regresé a Colombia para el Festival Iberoamericano de Teatro Clásico en Bogotá con la obra de Medea protagonizada por Ana Belén y ahí firmé mi primer contrato con mi actual representante en Colombia. Mi vida en Madrid hasta el 2018 consistía en compaginar mi formación actoral con los trabajos que me iban saliendo dentro y fuera de España, además de dar clases como profesor de pádel para pagarme los estudios y poder vivir. Finalmente, termino mi formación regular en el Estudio Corazza, por decirlo de alguna manera porque un actor nunca se deja de formar, y contacta conmigo un manager en México que me plantea firmar con él y trasladarme al país. Fue una muy buena oportunidad para mí, con la suerte de que nada más aterrizar comencé el rodaje de mi primera serie latinoamericana. Y regreso a mi tierra por el anhelo de mi familia, de mi gente, del sonido del mar y con la satisfacción de haber conseguido algo por lo que tanto luché. Regreso por amor; porque es la primera vez en mi vida que me entrego a él sin miedos. Regreso más maduro y sin anteponer el trabajo por encima de todo. Regreso porque valoro mucho a mi actor; creo firmemente que soy muy bueno en lo que hago, y no es ego, es porque no hay ni un solo día en el que me vaya dormir sin haber hecho algo para mejorar. Regreso con los pies en la tierra, con humildad, más maduro y con un nuevo propósito: vivir de lo mío cerca de los míos.
Usted ha hecho cine, teatro y televisión. ¿Dónde se siente más cómodo?
Creo que nunca me he sentido cómodo. Sí que es cierto que mientras más tiempo tenga en un proyecto de cine, teatro o televisión para prepararme un personaje voy más ‘seguro’ aunque nunca me quedo satisfecho. Espero que el agua salada me vaya ayudando a ser menos exigente conmigo mismo. El teatro es para mí la biblia de la actuación. El contacto directo con el público, todo el ritual que conlleva; llegando con tiempo al camerino. Peluquería, maquillaje, preparar el cuerpo, la voz y salir a dejarme el alma. Lamentablemente el teatro no me permite vivir de ello; aunque es lo que más me llena y donde he conseguido profundizar más en los personajes. Le cuento una anécdota que me dejó una gran enseñanza: dirigido por Juan Carlos Coraza en Madrid en la obra El Gran Mercado del mundo, me encontraba con mis compañeros haciendo funciones diarias. En una de ellas, al terminar, me sentí pletórico, con una sensación de que lo había bordado. Al salir del teatro no se me acercó nadie. A los tres días, hice sin duda la peor actuación de mi vida. Recuerdo que estaba casi sin voz y no dejaba de juzgarme. Al salir recibí más felicitaciones que en todos mis cumpleaños juntos. En definitiva esa es la ‘magia’ que me tiene enganchado. En cuanto al cine y la televisión siento que todo es más rápido, aunque a veces tengo golpes de suerte en los que me dan la oportunidad de tener bastante tiempo de investigación para profundizar y llegar al set lo más preparado posible. Normalmente suelo llegar al rodaje casi sin conocer a los compañeros y a la hora de afrontar el trabajo, es muy diferente. Puedo empezar a rodar una serie, y desde el primer día, ya se está grabando la última parte de la historia; por lo que tengo que tener muy bien estudiada la cronología de mi personaje y tener mucha predisposición a los cambios. En general, me apasiona el hecho de trabajar y profundizar en cualquiera de las disciplinas. En plena pandemia llegué a compaginar proyectos de cine, teatro y televisión al mismo tiempo y fue brutal. Firmaría ahora mismo para volver a vivirlo.
No me canso de repetir que con ‘Las noches de Tefía’ se verá el talento de los actores canarios
El éxito de La reina del Sur, donde participa usted como Fermín en la segunda temporada, ha sido enorme. ¿Cómo vivió el éxito en México, donde tiene miles de seguidores, y qué edad tenía?
Ha sido sin duda la serie que más popularidad me dio en Latinoamérica. Rodé en Colombia y se estrenó en Telemando para terminar en Netflix. Son de las productoras más importantes y tenía 29 años. La palabra éxito también me asusta porque para mi lo importante no es llegar sino mantenerse; aunque sin duda, ha sido el proyecto que más me ha expuesto. Hay mucho fenómeno fans de La reina del sur en Latinoamérica y esa sensación de pararme por la calle la he vivido sobre todo allí; aunque son momentos puntuales y nada que ver con la locura que despierta por ejemplo mi compañera Kate del Castillo. Gracias a toda esa gente puedo recibir ese cariño que da pequeños alientos para seguir. Es una narco-novela basada en la obra de Arturo Pérez Reverte, ganadora de un Emmy Internacional; y a título personal fui galardonado en México con el Jaguar de Oro como actor revelación del año en el 2020. Pero insisto en que mi pasión es trabajar y profundizar. Todo lo relacionado con las alfombras rojas, los premios y la parte más promocional me da mucha pereza; aunque en el mundo en el que estamos es importante cuidarlo y más ahora cuando en muchos proyectos ya están pidiendo hasta el número de seguidores en Instagram. No hay nada que más me guste que estar en chándal en un ambiente relajado.
¿Se viven en Latinoamérica las telenovelas patrias como sucede en España? Se lo pregunto porque las visualizaciones en streaming en esos países son millonarias con este tipo de productos.
Concretamente en México estamos hablando de una población de 126 millones frente a 47 en España. Además México es la fábrica por excelencia de las telenovelas, es una cultura. Todo el mundo las ve a diario. Televisa siempre ha sido la productora por excelencia y ahora se fusionó con Univisión. Televisa-Univisión produce para toda Latinoamérica y Estados Unidos. Es una industria enorme que no para de crear producciones, lo cual para los actores es una buena oportunidad para hacerse ver. Eso si el acento mexicano es un requisito imprescindible.
Me dan pereza las alfombras rojas; no hay nada que me guste más que estar en chándal
¿Qué cree que ocurre para que las producciones logren semejante empatía con el público en esos países?
Las telenovelas tienen mucha historia y han evolucionado a lo largo de los años. A partir de los años 60, México ya había tenido su edad de oro en el cine y tenía ya una gran infraestructura para producir televisión. Historias cercanas donde un hombre de clase baja se enamora de una mujer adinerada o viceversa. Cualquier hombre o mujer soñaba con eso en una sociedad muy pobre. Las telenovelas llegaban a todos los pueblos con tintes de traición, galanes, mujeres de ensueño, amor, pasión… Ya a partir de los años 80 se producían en Venezuela y en los 90 en Argentina, Brasil, Colombia… Se siguen haciendo remakes de grandes éxitos como Los ricos también lloran, donde participé el pasado año, y también menos clásicas con un estilo más variado de serie estadounidense. Algo tendrán las telenovelas para que mi abuela esté tan enganchada.
Por cierto, ¿sabe que la madre de la actriz canaria Yanely Hernández, a quien usted conoce, le describe como «un galán de los de verdad»? ¿Qué le parece?
[Carcajadas] Eso sí que es un piropo. Le tendré que preguntar por qué piensa eso, ya que nos encontramos en pleno El Corte Inglés y si no recuerdo mal iba en pantalón corto, despeinado y en cholas porque estaba recién operado de la rodilla. Admiro mucho a Yanely, no solo por su arte y trayectoria; sino porque es una persona ejemplar. Muy humana, cercana, luchadora, buena ‘productriz’, como dice ella, e inconformista. Siempre quiere mejorar y no se queja. Así que a la madre, si está leyendo esto, le mando un beso fuerte y espero que se enganche a las telenovelas y vea pronto a su hija en una de ellas.
Compagina con su faceta de actor la de modelo. ¿Se siente cómodo en ese medio?
La moda me enseñó mucho en mis inicios y nunca la he dejado de lado. Compaginar lo llevo bien pero en combinar prendas siempre he sido un desastre [Risas]. Hace un mes desfilé en el Bridal Collection de Moda Cálida para el gran diseñador canario Lucas Balboa y fue muy bonito ya que me reencontré con antiguos compañeros. Es algo que siempre me ha acompañado y ahora que estoy en la isla, firmé con la agencia Pop House. Desfilar y posar también es actuar.
¿Qué tal estuvo la experiencia ser dirigido por una personalidad del cine en español como Fernando Colomo, con quien trabajó en La Tribu?
En este caso fue una experiencia corta pero intensa. Solo fue una sesión, interpreté un pequeño papel de reparto como amigo de Paco León. Estar en acción compartiendo con Fernando Colomo, Carmen Machi, Paco León, Luis Bermejo… Es aprender con los grandes.
Tiene en cartera pendiente de estreno la teleserie Las noches de Tefía, para Atresplayer, que promete hacer historia por su temática y por la manera en la cual aborda el relato. ¿Cómo fue el rodaje?
Me da mucho miedo cuando algo pinta tan bien o se habla tanto sobre ello. No se cómo irá pero es una historia maravillosa basada en hechos reales. Lo tiene todo. Ya hay muchos artículos publicados sobre la serie. En el festival de Málaga se emitieron los dos primeros capítulos y fue un éxito; además de ser reconocida por la consultora internacional The Wit, que la incluyó como serie original de Atresplayer Premium en la lista de ficciones más destacadas presentes en el Mercado Internacional de Primavera de Cannes. Fue un rodaje alucinante. Para mi supuso volar a Canarias para trabajar en mi tierra, contar una historia basada en hechos reales sobre un campo de concentración franquista conocido con el eufemístico nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía en Fuerteventura, trabajar un personaje con mi propio acento; no se imagina el gusto que me dio. Estar cerca de los míos y con un equipo de primera línea. Se creó una energía muy bonita y se hizo mucha piña. En Tenerife rodamos los exteriores y en Madrid los interiores.
Un puñado de grandes actores y actrices de las islas participan en esta producción. ¿Qué tal la camaradería entre canarios? ¿Vio nivel interpretativo?
Siempre viajo con mi guitalele. Tal fue la camaradería que en Madrid, en pleno agosto, estábamos asados con miniventiladores portátiles y nos poníamos a cantar isas canarias entre toma y toma. Nunca me cansaré de gritar a los cuatro vientos el enorme talento que tenemos en nuestra tierra. Cada uno tendrá su propia opinión pero lo que está claro que es una producción de primera línea en todos los sentidos.
Leyendo su currículum usted habla idiomas, baila, claqué incluido; canta, presenta espectáculos, monta a caballo, toca la guitarra… ¿Es importante la formación continua en su profesión?
Me gusta aprender de todo, me apasionan los nuevos retos y me divierto muchísimo. En cuanto a los idiomas, es gracias a mis padres que desde pequeño se preocuparon mucho. Todo lo demás es parte de mi carácter. Creo que soy aprendiz de todo y maestro de nada. Aunque se suela decir esa frase con una connotación negativa, a mi no me lo parece. Soy muy polivalente y me entusiasmo con facilidad. Espero que nunca pierda este interés por experimentar y aprender cosas nuevas. La formación continua en un actor es imprescindible y no solo la formación, sino el entrenamiento. Día a día entreno para mantener mi instrumento afinado para estar al 200% cuando me llega una oportunidad.
Volviendo a su retorno a las Islas, ¿qué tal su reencuentro con Telde, su ciudad natal?
Federico García Lorca decía: «canto España y la siento en mi corazón, pero sobre todo soy ciudadano del mundo y hermano de todos» y es algo con lo que me identifico mucho. Llevo la ciudad de Telde en el corazón. Siempre viajo con una foto del bufadero de La Garita y cuando me encuentro en grandes ciudades me pongo para dormir el sonido del mar. Nunca he dejado de volver a casa para reencontrarme con los míos. Nunca me vuelvo a ir sin darme un buen baño en la playa; pero esta vez es un reencuentro para quedarme.
¿Algún proyecto entre manos?
El más difícil de mi carrera: vivir de la actuación en Canarias. Como dijimos, en nada se estrena Las noches de Tefía. En julio viajo a México y tengo otros proyectos que ahora mismo se encuentran en otras manos y no dependen de mi, en Colombia y Francia.
¿Dónde y cómo se ve en el futuro?
Mi futuro es presente y se encuentra ahora en Gran Canaria trabajando como actor dentro y fuera de las Islas; compartiendo momentos con la gente que quiero y dejándome llevar por la incertidumbre. El misterio de la dirección del soplido de los alisios y de la vida.
Enlace de origen : Horacio Colomé: "Algo tienen las telenovelas para que mi abuela esté tan enganchada"