Las materias primas son las protagonistas durante este 2021. Su ímpetu alcista no pierde fuelle, sobre todo entre las agrícolas, pero si obviamos las relacionadas con el mundo de la agricultura las que más rebotan durante este año son el gas natural, el litio y en tercer lugar se sitúa una de las grandes desconocidas para muchos inversores: el dióxido de carbono (CO2). Su precio ha sobrepasado los 87 euros por tonelada este jueves, el nivel más alto en toda su historia tras repuntar un 40% en el último mes.
Este precio obedece a la exigencia de la Unión Europea a fabricantes, aerolíneas y eléctricas de pagar por cada tonelada de dióxido de carbono que emitan en su esfuerzo por reducir para 2030 las emisiones netas de gases de efecto invernadero. El repunte se achaca, según los expertos, a la subida experimentada por otra materia prima como el gas natural, que ha hecho que muchas empresas apuestan por un carbón al ser mucho más barato y que demanda mayores permisos de carbono.
El KraneShares Global Carbon Strategy ETF, que replica el comportamiento del Índice de Carbono Global de IHS Markit, ha multiplicado su precio por más de dos en el último año y, según la consultora, “se estima que los precios de las asignaciones de carbono deben alcanzar los 147 dólares por tonelada de CO2 para cumplir con el límite de calentamiento global de 1,5 °C”.
La gran divergencia de las materias primas: las industriales caen, pero las agrícolas suben
Carlos Rodríguez
A 31 de diciembre de 2020, los tres mercados de futuros de carbono más grandes del mundo, seguidos por el Índice de carbono global de IHS Markit, tenían un tamaño de mercado de 260.790 millones de dólares. Para su composición, tiene en cuenta los derechos de emisión de la Unión Europea (EUA), los derechos de emisión de carbono de California (CCA) y la iniciativa regional de gases de efecto invernadero (RGGI).
Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, ha destacado que los máximos del precio del carbono están motivados por el “creciente número de sistemas de créditos del carbono, como el de China; por los acuerdos en la reunión COP26 para estructurar el comercio internacional de carbono; y por los movimientos voluntarios de las compañías para fijar internamente un precio al carbono”. Además, prevé que continúe en niveles altos ya que “pueden convertirse en la nueva normalidad a medida que Europa su transición al carbono”. Los servicios públicos serían los más afectados: comprar créditos por contaminación para compensar la actual contaminación por CO2 costaría alrededor del 11% de sus ingresos. Los materiales (9% de los ingresos), la energía (5%) y los productos básicos de consumo (2,5%) también superan la media europea del 2%.
Source Link La apuesta por el carbón tras el repunte del gas dispara el CO2 a máximos