Cada vez que utilizamos una plancha, nos encontramos con una con la suela quemada, lo que inevitablemente mancha toda la ropa en este estado. Para remediar este problema, y evitar que se estropee la ropa después de lavarla y secarla, hay que quitar toda la zona quemada.

Todo lo que tienes que hacer es utilizar productos que ya tienes en casa, por lo que no hay necesidad de utilizar productos químicos súper caros.

Por supuesto, cuando ves una plancha de hierro quemada, inmediatamente piensas que no hay nada más que hacer. Así que si tu primer instinto es tirarla, no le hagas caso. Hay remedios caseros rápidos y fáciles para esa molesta quemadura.

Plancha de hierro quemada: la limpio en un santiamén

Aquí tienes algunos consejos fáciles de seguir. Un truco para dejar tu suela de hierro como nueva es utilizar sal. Es muy fácil de hacer. Basta con colocar una hoja de papel sulfurizado sobre una superficie de trabajo y echar 2 o 3 puñados de sal gruesa. A continuación, enciende la plancha y pásala por encima de la sal, frotando con cuidado y suavidad. De este modo se descubren los restos quemados de la sal. Sólo queda continuar este proceso hasta que la plancha quede perfecta. Es muy fácil.

Además de la sal, hay otro truco igual de sencillo. Después de unos minutos, la suela de la plancha estará muy limpia y sin manchas de quemaduras. Basta con coger un limón, cortarlo por la mitad y frotarlo enérgicamente sobre la suela cuando la plancha esté apagada. Una vez hecho esto, coge un bol pequeño y llénalo de agua caliente, añade un vaso de vinagre y empapa una esponja en la mezcla. A continuación, frota la plancha con la parte amarilla de la esponja. Esto eliminará todos los restos de limón en un instante. A continuación, se frota también suavemente la parte rugosa de la esponja y se seca con una hoja de papel de cocina. Por supuesto, la plancha debe estar siempre apagada durante esta operación de limpieza.

Sólo te queda probar estos remedios caseros con tus propias manos. De esta forma, la suela de tu plancha quedará prácticamente como nueva.

Un truco rápido y sencillo

Si ves que tu ropa sigue húmeda y le cuesta secarse, este truco te salvará la vida. Así se seca la ropa en segundos. Primero, coge una toalla limpia. Colóquela sobre la colada y plánchela. Este sencillo paso canalizará el calor hacia la toalla, que absorberá el exceso de humedad.

El tejido absorbente actúa como una barrera protectora. Protege la ropa y reparte el calor por todas partes.

La humedad de la prenda entra en contacto con el calor de la plancha. Esto produce vapor que es absorbido inmediatamente por la toalla. Sólo se tardan unos segundos. Y, sin embargo, es una forma muy eficaz de secar la ropa. Se acabó la ropa húmeda que cuesta secar. A partir de ahora, ahorrará mucho tiempo.

Este truco también es muy útil para suavizar los tejidos. Elimina todas las arrugas de tu ropa. Así que este truco 2 en 1 te cambiará la vida este invierno. Pero ten cuidado de no utilizar nunca la plancha directamente sobre la ropa mojada. Es imprescindible utilizar una toalla para proteger la ropa y garantizar unos resultados perfectos.

Enlace de origen : La cuchara que quita el color quemado de la parte de abajo de la plancha