Los asesores financieros han denominado a 2022, a efectos de los vehículos de los grandes patrimonios, como la gran liquidación. El Gobierno ha modificado el régimen de las sociedades de inversión de capital variable (sicavs) y ha dado potestad a Hacienda para comprobar que no haya ‘mariachis’, dando lugar a un cierre masivo.

Fuentes financieras aluden a que los bancos están reportando cierres de entre el 74% y el 90% de las sicavs que gestionan, aunque no todos dan las cifras, porque en banca privada predomina la opacidad incluso con los registros públicos. En la mayoría de los casos, los vehículos se liquidan y el dinero se reinvertirá en fondos de inversión.

Al cierre de 2021, según la patronal de gestoras, Inverco, había 2.307 sicavs con 29.248 millones de euros de 362.909 accionistas, la mayoría de ellos, eso sí, ‘mariachis’. La salida de capital hacia IIC españolas como primer paso, y hacia fondos de Luxemburgo después u otros vehículos, alcanzará hasta los 20.000 millones, según los expertos. Las estimaciones previas apuntaban a una liquidación de entre el 70% y el 80%, pero en varios bancos alcanzan el 90%, según fuentes conocedoras.

Los ‘mariachis’ son los accionistas que pone el banco para llegar a 100, que es el mínimo para que las sicavs tributen al 1% su beneficio en vez de al 25%, ventaja que también tienen otras instituciones de inversión colectiva (IIC) como los fondos, y que supone un diferimiento fiscal para los inversores de cara a fomentar el ahorro a largo plazo.

Sin embargo, las sicavs han sido vehículos usados mayoritariamente por grandes patrimonios que tenían, así, carteras hechas a medida y, en muchos casos, contraviniendo el espíritu de la norma al entrar en su gestión, pero funcionando fiscalmente como otras IIC. Este ha sido el argumento del Gobierno para acabar con ello. El PP y Ciudadanos también llegaron a tener en sus programas esta medida en 2016 y 2017, aunque luego la quitaron.

El nuevo régimen, que podrá comprobar Hacienda aunque la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) seguirá siendo supervisora, consiste en que solo se contabilizarán para alcanzar los 100 accionistas a aquellos que tengan invertidos, al menos, 2.500 euros. El objetivo es acabar con los ‘mariachis’, algo que parece haber conseguido de forma generalizada.

Asimismo, la CNMV envió una carta a las gestoras instando a que comuniquen las intenciones de las sicavs hasta el 31 de enero, este lunes, a pesar de que la ley de medidas contra el fraude, en la que se recoge el cambio fiscal, no da plazos. Pero sí dice que si se disuelven las sicavs a lo largo de 2020, los accionistas no tendrán que tributar por las plusvalías generadas si el dinero se traspasa a otras IIC durante los seis meses siguientes.

La IIC tendrá que ser española, pero la Dirección General de Tributos aclaró ante una consulta de la patronal de gestoras Inverco que no hay ninguna limitación posterior. Es decir, una sicav puede disolverse y reinvertir el dinero de sus accionistas en fondos. Estos inversores, al día siguiente, podrían traspasar su inversión a fondos en Luxemburgo. Inverco tenía la esperanza de que hubiera algún tipo de restricción, aunque iría contra el principio de libertad de flujo de capitales en la Unión Europea, para proteger a la industria española.

Por ello, los expertos creen que habrá una fuga de capitales de en torno a 20.000 millones a Luxemburgo, ya que las propias bancas privadas españolas suelen usar fondos luxemburgueses para las carteras de sus clientes vip.

Los bancos consultados señalan que la liquidación de sus sicavs está entre el 74% y el 90% de todas las que gestionan. La mayor parte se acoge al régimen temporal de reinversión en otras IIC, aunque hay algunos casos de transformación en SL o SA. Es decir, grandes fortunas que optan por tener una sociedad patrimonial aunque pierdan la ventaja de tributar al 1%.

También hay sicavs que han decido continuar. Los bancos seguirán con las sociedades que ya cumplen el criterio. Entre las 10 más grandes, por ejemplo, está Soixa Sicav, de Magallanes, con 257 accionistas y 378 millones de patrimonio, que ha dicho que continuará como sicav y que cumplirá el nuevo criterio para tributar al 1%.

Lo mismo ha comunicado Swift Inversiones, sicav de la familia Del Pino, gestionada por UBS, Julius Baer y Rentamarkets. El vehículo tiene 390 millones de patrimonio, con 137 accionistas. Sin embargo, dos de ellos poseen el 99,36% de la sicav. Los otros 135 accionistas, al terminar 2021, tenían 1,7 millones, o una media de más de 12.000 euros cada uno de ellos. La sicav ha comunicado en un hecho relevante que cumplirá el nuevo requisito.

source La gran liquidación de sicavs: la banca reporta cierres de entre el 70% y el 90%