La UE obliga a las empresas a verificar que la madera que venden no es de bosques deforestados

Las empresas o productores gallegos que comercializan madera están obligados a partir del 30 de diciembre a garantizar que esta materia prima no causa deforestación ni procede de montes ilegales. La Unión Europea se lo exige a través de la normativa sobre Deforestación (EUDR), que entrará en vigor en tres meses y que afecta también al ganado vacuno y a otros productos no tan autóctonos como el aceite de palma, el cacao, el caucho, la soja o el café. Pero pocas materias primas con tanta extensión en Galicia como la madera, cuyo aprovechamiento a través de la gestión privada ya asciende en lo que va de año a 8,3 millones de metros cúbicos –según los últimos indicadores de producción forestal publicados por la Dirección Xeral de Planificación e Ordenación Forestal– de la Xunta. Y que el año pasado llegó a superar el volumen de aprovechamiento de 9,2 millones.

El panorama empresarial maderero en Galicia sigue salpicado de unos 200 aserraderos, que tratan dos millones de toneladas de pino al año –un millón de metros cúbicos de tabla– lo que representa un 40% de la producción estatal. Y, aunque el destino de la mayor parte de estas tablas es el embalaje, repunta una silvicultura de mayor calidad. Así lo acreditan las 156 empresas proveedoras de material forestal censadas en Galicia. Y de ahí el impacto en las empresas madereras de la medida, que deja unos meses más de margen de adaptación para las pymes.

Para las pequeñas empresas, la fecha límite de certificar que su producto procede de una fuente legal y no provocó deforestación se extiende al 30 de junio de 2025. Así lo confirman desde la Consellería de Economía y también desde el Clúster da Madeira e o Deseño de Galicia, que avanza que “a lo largo de este mes, vamos a activar una serie de grupos de trabajo para trabajar conjuntamente con las empresas”.

Asimismo, fuentes de la Xunta consultadas defienden la trazabilidad de la materia prima en Galicia: “El sistema de control de autorizaciones y declaraciones responsables de aprovechamiento maderero garantiza al máximo nivel la legalidad de la madera aprovechada en Galicia”. También, que ya existía un reglamento denominado EUTR, con ciertas similitudes a esta normativa que entrará en vigor. De todos modos, destacan una línea de ayudas recientes, dirigidas a programas informáticos de trazabilidad de la madera, y “que tuvo un número importante de solicitudes para ayudar a múltiples pymes gallegas al cumplimiento de los deberes establecidos en el Reglamento EUDR”.

El experto y subdirector de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidade de Vigo, Juan Picos, enmarca esta medida en la ampliación de exigencias del comercio de madera a nivel mundial, tanto por el cambio climático como por fenómenos de deforestación relacionados, por ejemplo, con plantaciones para aceite de palma. “Será una prueba de estrés para el tejido productivo y comercializador de madera en Galicia”, vaticina, “pero desde hace seis años muchos de los procesos, como los de corta, están digitalizados”. “La madera de un pino que se corte en Melide tendrá que certificarse del mismo modo que la que llega por barco desde Holanda”, ejemplifica el experto.

¿Qué exigencias acarrea?

“El reglamento establece exigencias legales a los operadores que demuestren que los productos comercializados por primera vez dentro de la UE provienen de fuentes legales y que no produjeron deforestación ni degradación. Además, deberán trazar un código identificativo numérico que otorgará la Comisión Europea desde su primera comercialización dentro de la UE hasta el producto finalmente comercializado”, explican fuentes consultadas en el departamento autonómico de Economía. “En el caso de ser operador (primer comercializador dentro de la UE), la empresa deberá establecer un sistema de diligencia debida (SDD) que asegure que el producto procede de una fuente legal y no produjo deforestación y presentar la declaración de diligencia debida (DDD)”, añaden. Si se trata de una firma que no sea un primer comercializador del producto dentro de la UE, esa empresa gallega tendrá la condición de comerciante y si es pyme las exigencias serán menores (registro de información compra-venta). Por último, en el caso de ser comerciante pero no pyme, las exigencias serán las mismas que si fuera un operador.

Picos: “Hay que hacer un esfuerzo, somos los más interesados”

“Somos los primeros interesados en demostrar la garantía de nuestro origen en la madera”, sostiene el experto en ingeniería forestal Juan Picos. “Tenemos que certificarla, como toda la que se comercializa dentro de la UE. Y, si queremos vivir de ello, tenemos que hacer el esfuerzo y defender nuestra producción”, resume a propósito de las medidas de documentación.

“Es preciso digitalizar tanto el origen, como que no haya fraude”, explica. De todos modos y según el experto, “estamos en condiciones de hacerlo bien y Galicia podría tener una ventaja competitiva si se adelanta a otros competidores”.

Varias especies de grandes ficus que almacenan agua y se conocen como “baniano” en la Isla de Java son considerados árboles sagrados –según las creencias animistas locales– y eso les indulta de la tala. De esa misma isla de Indonesia, donde se impulsa la reforestación a nivel gubernamental, procede la valorada madera de teca; materia prima de la delicada envoltura de decenas de yates que salen al año desde un taller en Pontevedra hacia el norte de Europa y las islas británicas.

En Nauteka, empresa que arrancó con un pequeño taller en Bueu hace treinta años y hoy es un referente en fabricación e instalación de cubiertas de teca, la búsqueda de esta madera de mínimos nudos y riqueza en resinas oleosas (muy resistente al medio marino) les hizo adelantarse a la normativa EUDR que entrará en vigor a finales de 2024. “Hace ya dos años que dejamos de importar madera de teca de Birmania y a buscar otros países productores en previsión de este problema, al ser una zona en conflicto y debido a que no permitía la trazabilidad adecuada”, explica el director general, José Luis Piñeiro. Siendo la mayor parte de sus encargos cubiertas para yates y seis de cada diez de sus trabajos dirigidos a la exportación –sobre todo al Reino Unido–, la exigencia de los clientes con las certificaciones y garantías es altísima. “Nuestra clientela es exigente y muy crítica”, indican.

“Encontramos que en Indonesia la teca es cultivada de forma sostenible en bosques controlados e importada cumpliendo con los requisitos de Due Diligence y FLEGT”, explica sobre uno de los bosques más antiguos de Asia, “en los que tratan de crear una rotación sostenible de este material”. “Lejos de verlo como una amenaza, lo entendemos como una oportunidad”, explica Piñeiro.

“Hemos decidido adelantarnos”, completa el director de fábrica y responsable de las importaciones. “Es un tema estratégico y para nosotros, fue clave vender madera certificada y libre de picaresca sobre su origen. Hemos decidido controlar toda la cadena, al tiempo que tenemos todas las garantías de que no se falsifica”, asegura. Muestra de esa oportunidad encontrada a la que apuntaban es el hecho de que, según publica la firma en su web, son distribuidores oficiales de teca en España, Portugal y sur de Francia.

La Xunta da ayudas a la digitalización

La Xunta ya otorga ayudas públicas para que los operadores ligados a la cadena monte-industria se puedan dotar de las herramientas digitales necesarias con incluso softwares gratuitos de trazabilidad, explican desde la Consellería de Economía.

“A través de la Axencia Galega de Industria Forestal (Xera), se pone a disposición de todos los operadores vinculados a la industria forestal-madera, desde hace años, una aplicación gratuita llamada “Fortra” para facilitar la trazabilidad de los productos basados en madera, desde la parcela de aprovechamiento en monte hasta el producto elaborado”, añaden.

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