La empresa Enagás y el fondo soberano danés CIP invertirán 1.700 millones de euros en una planta de producción de hidrógeno verde en Andorra que supondrá la creación de 400 empleos directos y 400 indirectos cuando esté en marcha (además del empleo creado en la fase de construcción de la planta). Se trata de uno de los 11 proyectos que se presentaron al primer concurso de transición energética de España, el del nudo Mudéjar de Andorra, y que se quedó fuera de la adjudicación en un primer momento. Sin embargo, pese a no contar con el respaldo de la adjudicación de la gestión de los 1.202 megavatios liberados por el cierre de la central térmica, el proyecto saldrá adelante para entrar en funcionamiento en 2027 y abastecer de hidrógeno verde a la industria del mediterráneo a través de un hidroducto de 221 kilómetros de largo.

La inversión en esta fábrica de hidrógeno verde, ha dicho Lambán, “convertirá a Aragón en referencia mundial del hidrógeno verde, con 1.700 millones de inversión”. “Generará 400 puestos de trabajo directos y 400 indirectos, y requiere de la declaración de impacto ambiental, la declaración como proyecto de interés general y el comienzo de un PIGA”, ha avanzado. Todo ello se producirá en el Consejo de Gobierno del 17 de mayo, ha confirmado el presidente aragonés.

Además, ha asegurado Lambán que Aragón “sigue con opciones” importantes en la carrera por la llegada de una fábrica de baterías, y ha confirmado que siguen abiertas las negociaciones no solo con Tata sino también “con otras empresas” para la llegada de una fábrica de baterías.

Hay “posibilidades de llegar a buen puerto” con estas inversiones, ha destacado el dirigente autonómico, que ha rechazado ahondar más en cuáles son las empresas implicadas por motivos de “confidencialidad”.

Asimismo, ha anunciado negociaciones con algunas empresas para la llegada de una planta de microchips en la comunidad.

El candidato socialista ha apostado por “tener un modelo de producción de energía propio, para tener energía barata para las casas y las empresas”.

El desafío del pleno empleo

Con estos mimbres, Lambán ha vuelto a asegurar que Aragón está en condiciones de alcanzar próximamente el pleno empleo, pero ha vuelto a abordar el “bendito problema” de la falta de profesionales para cubrir los puestos de trabajo existentes.

“Hay que trabajar con los sindicatos y los empresarios y seguir apostando por la FP, pero seguimos quedándonos cortos”, ha reconocido Lambán, sobre la disponibilidad de mano de obra que “ya es” un problema presente en la comunidad. 

“Si uno piensa en los datos de empleo que se pueden crear en Andorra, en el PTR, en Malpica… El inmenso recorrido que tiene Plaza, la logística en la parte oriental de Huesca, las 80 declaraciones de interés autonómico, que podrían generar 20.000 empleos… El desafío es formidable. Nos permite sostener el sueño realizable del pleno empleo, pero nos obliga a trabajar mucho para tener hombres y mujeres disponibles que trabajen en los servicios que se van a generar, por ejemplo, como en el sector de la nube“, ha manifestado Lambán, que se marca también el reto de que el empleo que se genere “sea de calidad y que las personas se puedan dedicar a lo que les gusta”.

Política fiscal

Respecto a la política fiscal que aplicará si vuelve a ganar las elecciones, Javier Lambán ha asegurado que no hará ninguna promesa electoral en este sentido. No obstante, ha asegurado que “si es posible”, bajará los impuestos en la próxima legislatura.

“He bajado dos veces el impuesto de Sucesiones, más que mi antecesora que se pasó la campaña diciendo que bajaría los impuestos”, ha recordado Lambán, que ha defendido que esperará a que las circunstancias sean “propicias” para hacerlo.

Con todo, ha rechazado los postulados del PP en materia fiscal, cuando afirman que la bajada de impuestos atrae riqueza. “Bajar impuestos es tener menos ingresos y si se tienen menos ingresos, se tienen menos servicios. Pero se trata de encontrar puntos de equilibrio y que cada vez que se pueda, se reduzca la presión fiscal, que no sea confiscatoria y que no impida el desarrollo de las empresas”, ha defendido el líder socialista.

Además, le ha puesto cifras al impacto de la reforma fiscal tanto del Ejecutivo aragonés como del Gobierno central en las arcas autonómicas: 100 millones menos de ingresos. “Si reducir los ingresos en 100 millones suponía una merma en servicios públicos no lo habríamos hecho”, ha asegurado.