
Tras el descalabro del último PISA ha llegado la hora de la nueva edición del examen educativo internacional, una oportunidad para comprobar si el alumnado de 15 años remonta los malos resultados en matemáticas y comprensión lectora. Del 31 de marzo al 16 de mayo, los técnicos de la OCDE desplegarán los tests en los centros educativos escogidos por sorteo. En toda España serán casi mil. El examen -que se hace periódicamente en todo el mundo siempre en primavera- viene con dos novedades importantes. Incluirá, por primera vez, una evaluación opcional en lenguas extranjeras, inglés en el caso de España. La prueba medirá la comprensión lectora y la expresión oral. Además, se evaluará la capacidad de los estudiantes de aprender en un mundo digital y de resolver problemas a través de dispositivos digitales con acceso a internet.
La comunidad educativa confía en que los resultados de esta edición de PISA sean mejores que la anterior, donde hubo un descalabro en comprensión lectora y matemáticas
El año pasado, entre abril y mayo, se realizó una prueba piloto con 7.000 estudiantes de 15 años (la mayoría, en 4º de ESO) en 149 centros educativos de ocho comunidades, entre las que estaban Catalunya, Madrid y Euskadi. Tras ese estudio preliminar, del que por ahora no se han hecho públicos los resultados, ahora se celebra el estudio principal en todos los territorios y con una muestra de decenas de miles de alumnos.
La comunidad educativa confía en que la radiografía de PISA 2025 sea mejor que la anterior, que reveló una bajada de nivel en matemáticas y compresión lectora no solo en España, sino prácticamente en todo el mundo. Especialmente malos fueron los resultados en Catalunya: 24 puntos menos en matemáticas (prácticamente un curso), 38 en comprensión lectora y 15 en ciencias.
Los profesores pronostican que la mayoría de los alumnos estarán en el nivel medio del idioma extranjero y solo un puñado lo estará en el alto
Ante la presencia del inglés en las pruebas, los profesores consultados por EL PERIÓDICO pronostican que la mayoría de los alumnos estarán en el nivel medio y solo un puñado lo estará en el alto. La responsabilidad no es tanto del sistema educativo -que también-, sino de toda una cultura muy arraigada que no fomenta tanto el contacto diario con el idioma extranjero. “En otros países es impensable lo que ocurre en España, que vemos las películas dobladas y no en versión original”, apunta Paco Benítez, profesor de inglés en un instituto de Castellón en el que, precisamente, se realizarán las pruebas PISA.
Uno de cada cinco alumnos catalanes de 4º de ESO suspende en nivel de inglés
Inglés es una asignatura que acostumbra a salir bien parada en la selectividad, examen al que se enfrentan los alumnos de 2º de bachillerato, dos años mayores que los de PISA. El año pasado, la nota media fue de 7,07. Sin embargo, los resultados de las competencias básicas de 4º de ESO (el mismo rango de edad que PISA) no invitan especialmente al entusiasmo en lo que respecta a este idioma. Las del año pasado -las nuevas se están haciendo precisamente estos días- revelaron que casi el 20% tienen un nivel bajo de inglés y no llegan a los conocimientos mínimos. Una media que, como siempre, esconde realidades muy dispares. Si las notas se dividen entre alumnos de centros privados-concertados y públicos, los estudiantes con un mal nivel de inglés bajan hasta el 9,7% en los primeros y suben hasta un 25% en los segundos.
Con la escuela no basta
Docentes y familias son conscientes de que con la escuela no es suficiente para aprender inglés de manera excelente. El pedagogo y divulgador Gregorio Luri siempre recuerda que, lamentablemente, si unos padres quieren que su hijo domine el idioma deben buscar formación extra fuera del colegio o instituto. En Catalunya, para paliar ese vacío, el Departament d’Educació i FP pondrá en marcha el curso que viene, 2025-26, el programa ‘Shine’ (brillar en inglés) que busca potenciar el aprendizaje del idioma.
“Inglés es una asignatura especial que requiere un esfuerzo adicional y una práctica externa, algo que no ofrece el sistema educativo”
El profesor Benítez, que ejerce de secretario del Observatori Crític de la Realitat Educativa (OCRE), explica que inglés es una asignatura especial y diferente al resto que requiere un esfuerzo adicional y una práctica externa, algo que no ofrece actualmente el sistema educativo público y que las familias tienen que buscar fuera, siempre y cuando se puedan permitir ese desembolso económico. Benítez, que domina el inglés porque vivió tres años en EEUU, añade que en secundaria es complicado encontrar profesores que sean especialistas en su materia y, además, sean bilingües. En esas condiciones, el aprendizaje de los alumnos es siempre mucho mejor.
Padre de dos hijas de 3 y 5 años, el profesor de Castellón asegura que antes de que nacieran pensó en hablarles siempre en inglés. “No lo hice porque en el parque siempre había familias que me miraban un poco mal, como si yo fuera un cretino. Ha pasado el tiempo y, al final, he decidido hablarles en inglés. Les estoy haciendo un inmenso favor y me da igual lo que opine la gente”.
“PISA demostrará que la mayoría de chavales está en el nivel medio, pero no en el alto, que es el exigido actualmente para trabajar en puestos de perfil profesional”
Un reciente informe de Education First revela que el nivel de inglés de los mayores de 40 años está estancado, pero es superior al que tienen los jóvenes de entre 18 y 20. “Las nuevas generaciones están más expuestas al inglés de la mano de internet pero no están recibiendo una formación estructurada suficientemente sólida en las escuelas”, asegura el director general de la empresa privada de educación internacional, Niccolo Del Monte. Su pronóstico para PISA es que habrá una abrumadora presencia de chavales y chavalas en el nivel medio, pero no en el alto, que es el “exigido actualmente para trabajar en puestos de perfil profesional”.
Pocas horas
Del Monte considera que el inglés tiene pocas horas en el horario lectivo. El especialista asegura que para hablar y entender inglés solo hay una vía: la inmersión. “Algunas familias envían a sus hijos al extranjero en 4º de ESO. Pero hay dos problemas. Primero, el económico, porque hablamos de unos 18.000 euros al año. Y otro, no caer en la cuenta de que tu hijo necesita tener una destreza muy alta con el idioma antes de hacer algo así porque allí no va a estudiar inglés, sino otras muchas asignaturas”, concluye el directivo.
En su opinión, una manera interesante de ir dominando el idioma desde edades tempranas son los campamentos de unas semanas. “Los niños tienen una plasticidad cerebral y en seis semanas suben un nivel de inglés porque no solo es el aprendizaje, sino toda la convivencia con otros chavales y el contexto”, señala Del Monte, que reclama al Gobierno que imite lo que ocurre en otros países y conceda becas para que los estudiantes españoles estudien en otros países.
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Enlace de origen : Las primeras pruebas PISA tras la debacle examinan por primera vez el inglés