Decenas de activistas se han reunido este sábado delante del plenario de la cumbre del clima de Bakú para protestar por lo que, según ellos, son unas negociaciones fallidas. Tras dos semanas de intensas negociaciones, este viernes la presidencia azerí cifró por primera vez en 250.000 millones de dólares anuales la aportación de los países desarrollados a los fondos para ayudar al sur global a hacer frente al caos climático. La cifra fue calificada como un insulto por las comunidades del sur global, que afirman que no se irán de Bakú sin un compromiso en firme para elevar esta cifra hasta los 500.000 millones al año. En esta misma línea se han posicionado los activistas reunidos este sábado en Bakú, quienes han afirmado que “es mejor salir de aquí sin un acuerdo que con uno malo“.
En la protesta convocada este mediodía, los manifestantes han recordado que para hacer frente a los estragos climáticos en el sur global se necesitan movilizar billones (con b en español, el equivalente a ‘trillions’ en inglés) y multiplicar prácticamente por diez los fondos movilizados hasta ahora para la causa. Según constata un reciente informe de los asesores económicos de Bakú, los países en vías de desarrollo necesitan al menos un billón de dólares al año para 2030 y hasta 1,3 billones para 2035 para, por ejemplo, descarbonizar sus economías, acelerar la transición energética, desarrollar planes de adaptación al cambio climático y hacer frente a las crecientes pérdidas y daños causados por los desastres naturales. Hasta ahora, Bakú ha lanzado un llamamiento generalizado para lograr esta cifra a partir de fondos públicos y privados pero solo ha atado un compromiso en firme de 250.000 millones al año para los países desarrollados.
“No podemos irnos de Bakú con migajas. Necesitamos que los países del norte global, que han alimentado la crisis climática, nos han colonizado y nos han dejado en una situación extremadamente vulnerable se hagan cargo de lo que cuesta hacer frente a este problema. Es una cuestión de supervivencia“, ha afirmado, a gritos, una de las activistas movilizadas este sábado en Bakú. En esta misma línea se ha posicionado la plataforma Climate Action Network (CAN), quien anoche envió una carta a los países desarrollados reiterando que “es mejor no llegar a ningún acuerdo que llegar a un mal acuerdo“. Fuentes conocedoras de las negociaciones afirman que la opción está sobre la mesa pero, por ahora, ninguna parte la ha confirmado públicamente.
Las entidades ecologitas también denuncian que los textos publicados hasta ahora “no ofrecen ningún tipo de garantías a los países empobrecidos” y que “la vinculación legal es casi inexistente”. Sobre todo porque dejan la puerta abierta a que gran parte de la financiación climática al sur global se entregue en forma de préstamos, lo que aumentaría aún más su endeudamiento. En una convocatoria realizada este sábado en Bakú, entidades como Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam denuncian que el lenguaje con el que se están redactando los acuerdos es confuso y no refleja las cláusulas vinculantes del Acuerdo de París.
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Enlace de origen : Los activistas elevan el tono en el final de la cumbre de Bakú: "Es mejor irnos sin un acuerdo que con uno malo"