En la franquicia de Massachussets, los 30 puntos de Jayson Tatum no bastaron para que los ‘Orgullosos Verdes’ pudieran optar a la victoria. Jaylen Brown (22 tantos, 9 rebotes y 5 asistencias), Malcolm Brogdon (19 puntos), Robert Williams (14 puntos y 7 rebotes) y Marcus Smart (13 tantos y 11 asistencias) también rindieron a buen nivel, pero Miami controló con mucho acierto los compases finales después de haber ido administrando durante la segunda parte ventajas de entre 8 y 14 puntos en las que se encontraron muy cómodos.

El partido arrancó con mucha igualdad. Las defensas trababan con eficacia a los ataques, pero ambos encontraban maneras de hacer daño en el aro rival. Tras un primer cuarto en el que se quedó todo por decidir (28-30), el segundo parcial mostró que los Celtics tenían claro qué armas debían usar para superar la retaguardia de los Heat. Se llegó al descanso con un 57-66 que, aunque no dejaba nada decidido, sí que servía como declaración de intenciones.

Todo cambió en el tercer cuarto. Miami se convirtió en un vendaval ofensivo que pasó por encima de Boston y ganó el parcial por más de 20 puntos, 46-25, dejando el luminoso en 103-91 a falta de un cuarto. Exhibiendo las fortalezas que les han permitido llegar hasta la final de la conferencia Este desde el ‘play in’, los de Spoelstra se mostraron extremadamente acertados en el apartado ofensivo y cogieron una ventaja que ya no soltarían.

El último cuarto fue un quiero y no puedo de Boston. A pesar de que su aplastante ataque desapareció por completo, consiguieron resguardar su aro y mantener cómodamente las distancias con los Celtics, que tiraron de casta para reducir la diferencia a 6 puntos, pero que se vieron impotentes para desactivar a un Butler que, sin hacer un partido increíble, manejó a su antojo los tiempos y supo mover la bola con rapidez y desatascar con su acierto de media y larga distancia los momentos más complicados de los suyos.

La serie regresa al TD Garden la madrugada de este viernes al sábado antes de volar a Florida.