Esto le permite dar cobijo en una marca única a numerosos vinos de diferentes orígenes, “hermanados por el nervio de la calidad y la tradición” y elaborados siempre a partir de uvas autóctonas.
Se trata de una firma con sede en Murcia desde hace un tiempo estrechamente vinculada a Galicia, tanto por haber adquirido la bodega Lagar da Condesa (Caldas), como por haber decidido apostar con fuerza por Vilagarcía para seguir expandiéndose.
200.000 metros cuadrados
El de Miguel Gil, con su hermano Ángel como responsable financiero, es el grupo vitivinícola familiar que ha comprado alrededor de 200.000 metros cuadrados de terreno –pronto serán más– para hacer realidad un ambicioso proyecto en los montes vilagarcianos de Berdón, Guillán, A Torre y Trabanca Badiña. Hasta no hace mucho, un eucaliptal situado en una zona casi deprimida que ahora va camino de convertirse en una referencia vitivinícola en Galicia.
–La suya es una empresa familiar de fama internacional que no deja de crecer a lo largo y ancho de España, a medida que adquiere bodegas en las diferentes denominaciones de origen del país. Entre ellas, Lagar da Condesa, que ha sido el ariete con el que ha afrontado su introducción en Galicia ¿Por qué esta firma y qué representa para ustedes?
–Ya habíamos estado viendo algunas cosas muy interesantes en Galicia, con nuestro socio norteamericano, y cuando decidimos entrar en solitario en esta comunidad nos surgió la oportunidad de adquirir Lagar da Condesa, porque sus anteriores propietarios decidieron dedicarse a otras cosas.
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Lo vimos como un buen momento para pasar a formar parte de una zona y una marca tan emblemática como Rías Baixas. Lo hicimos a pesar de que la inversión a realizar era muy importante, pero como siempre dimos el paso sin ningún problema financiero.
Eso es lo que hacemos allí donde vamos, de forma que solo invertimos si podemos asumir el coste y rentabilizar la inversión en un plazo razonable. Nosotros no somos especuladores, sino que trabajamos siempre a largo plazo, y de ahí nuestra apuesta por Rías Baixas, a pesar de ser la zona más cara de España.
Rías Baixas es el territorio más caro de España para realizar plantaciones, pero tiene unas condiciones extraordinariamente buenas para cultivar uva blanca y conseguir vinos longevos
–Pero también una de las más prometedores para su sector.
–Efectivamente. Prueba de ello es que nunca habíamos vivido una subida de precios tan importante como la que hemos arrastrado en los dos últimos años, y, sin embargo, no se ha notado en el mercado.
Hay otras zonas vitivinícolas que a finales de los años noventa sufrieron subidas menores y el mercado, sobre todo el de exportación, las apartó. Y ahora incluso mantienen unos precios muy inferiores a los de entonces.
Sin embargo, los Rías Baixas no sufren esa situación porque Galicia tiene unas condiciones extraordinariamente buenas para cultivar uva blanca y hacer vinos longevos.
Además, internacionalmente, Rías Baixas es una DO con un prestigio enorme, lo cual la hace más resistente a cualquier crisis. De ahí que a pesar de todo los precios sigan subiendo de forma sostenible, por increíble que parezca.
Rías Baixas es una DO con un prestigio internacional enorme que la hace más resistente a cualquier crisis
–Eso explica su entrada en esta DO a través de Lagar da Condesa. ¿Y cómo explica el salto a la comarca vitivinícola más importante, como es O Salnés? ¿Qué busca al entrar a formar parte de este territorio y por qué ha elegido Vilagarcía?
–Porque reúne unas condiciones excepcionales. Nos encanta la subzona de O Salnés porque su ubicación es ideal, a orillas de la ría de Arousa.
Aspectos que también se dan en las parcelas que hemos adquirido y queremos adquirir en Vilagarcía, las cuales, por si no fueran suficientes argumentos, también están perfectamente orientadas hacia el mar y disponen de una pendiente perfecta para facilitar la ventilación, así como de unas condiciones climatológicas ideales para la uva albariño.
La verdad es que estamos encantados con el terreno que hemos encontrado en Berdón, ya que nos permitirá hacer lo que más nos gusta y mejor se nos da: un vino de la máxima calidad y, sobre todo, diferenciado.
Estamos muy contentos porque siempre buscamos la complejidad de nuestros vinos, es decir, que una sola parcela está bien, pero lo realmente bueno es lograr unos vinos ensamblados con uva de distintas parcelas o zonas para lograr un producto complejo. En las fincas de Berdón lograremos el toque salino que queremos imprimir a nuestro vino albariño.
Nos gusta tener uvas de distintas características para crear vinos complejos y atractivos para el consumidor
–De todos modos, FARO ha podido saber que la de Vilagarcía no es la única plataforma de lanzamiento que buscan en la DO Rías Baixas, ya que también han comprado 7 hectáreas en la subzona de Ribeira do Ulla, más concretamente, en Vila de Cruces…
– (Risas) Así es. Precisamente porque, en base a lo que decía antes, nos gusta tener uvas de distintas características o particularidades para crear vinos complejos y diferentes que resulten atractivos y agradables para el consumidor.
En Berdón lograremos el toque salino para nuestro albariño
Una de las características más atractivas para un buen bebedor de vino es que lo que saborea no resulte un vino sin más, sino que busca algo que le aporte recuerdos, sabores y sensaciones. Eso es lo que queremos aportar desde Galicia.
–Se le ve ilusionado con este proyecto.
– Lo estoy. Y debo decir, a quienes no nos conozcan, que somos una empresa familiar que invierte todo lo que saca en el propio negocio. Y en el caso concreto de Galicia estamos haciendo una inversión muy importante porque, insisto, Rías Baixas es la zona más cara de España para plantar y cultivar. Como también la más exitosa.
Seguiremos invirtiendo hasta conseguir unas 100 hectáreas en Galicia, la mitad en Vilagarcía
–Habla de una fuerte inversión… ¿a qué se refiere?
–A que apostamos fuerte por Vilagarcía y la DO Rías Baixas. Y vamos a seguir haciéndolo. En la capital de la comarca arousana disponemos de 23 hectáreas, que ya es mucho, sobre todo teniendo en cuenta las particularidades del terreno en Galicia, por aquello del minifundismo. Seguiremos invirtiendo hasta conseguir unas 100 hectáreas.
–¿En Vilagarcía?
– En el conjunto de Rías Baixas. En Vilagarcía tenemos 23 y esperamos conseguir a medio plazo entre 45 y 50 porque, insisto, la consideramos una zona privilegiada para la producción de albariño que va a ser crucial para elevar, más si cabe, la calidad de nuestros vinos.
–¿Y eso traducido a desembolso económico supone?
– (Risas) Hemos invertido ya más de 1,3 millones de euros en Vilagarcía, y eso es mucho para nosotros, porque somos una empresa mediana formada hace ya 110 años que está integrada por muchas pequeñas bodegas, y, lógicamente, nuestra capacidad de inversión nos obliga a ir poco a poco.
De todos modos el grueso del desembolso realizado en los dos últimos años se ha ido a la compra de terrenos en Galicia. Sobre todo en Vilagarcía de Arousa, donde nuestra idea es seguir invirtiendo hasta llegar a los 5 millones de euros.
–El proyecto de expansión de la familia Gil que usted desmenuza para los lectores de FARO pasa por aspectos y valores como la tradición, desarrollo sostenible, preservación de los recursos, respeto a las costumbres de cada lugar… ¿Es eso lo que busca en Vilagarcía? ¿Qué representa este proyecto para la localidad?
–Esa es nuestra hoja de ruta. De hecho, tenemos bodegas certificadas por su exigencia en materia de sostenibilidad. Somos muy exigentes y desde siempre hemos visto que la calidad se obtiene cuando la viña y el terreno se cuidan.
Agradezco al Ayuntamiento que nos concediera la licencia para terminar el que es uno de nuestros proyectos favoritos
Está claro que la tierra te da mucho más cuando la tratas bien que cuando la tratas mal. De ahí que nuestra política sea apostar por la sostenibilidad. Lo hacemos desde mucho antes de que se empezara a hablar a nivel global de la sostenibilidad y se convirtiera en algo absolutamente irrenunciable.
Lo hacíamos porque habíamos visto claramente, insisto, que el campo te da más cuando lo tratas bien. Y, respondiendo a su pregunta, esto es lo que también buscamos en Vilagarcía, donde la tierra y el entorno natural van a ser siempre lo primero.
No somos especuladores; trabajamos siempre a largo plazo, y de ahí nuestra apuesta por Rías Baixas
–¿Qué le parecen Vilagarcía y su entorno como iconos de su proyecto de expansión?
–Es una tierra maravillosa. Es un paraíso con un paisaje formidable que atrae y atrapa, sobre todo a los que procedemos de zonas áridas. Estoy enamorado de esta tierra privilegiada, no solo de España, sino del mundo.
La verdad es que los gallegos tenéis una suerte tremenda. Sois gente trabajadora con la que estamos encantados de colaborar.
Repito que somos una pequeña empresa familiar que no llega a Vilagarcía y Galicia para imponer nada, sino para aportar su pequeño grano de arena para esta comunidad siga creciendo. Nuestra única intención es trabajar y generar riqueza; no tenemos ninguna otra.
Por eso agradezco al Ayuntamiento que nos concediera la licencia para terminar el que es uno de nuestros proyectos favoritos. Nos va a dar mucho prestigio y se lo dará al pueblo de Vilagarcía.
Enlace de origen : Miguel Gil: "Vamos a invertir cinco millones de euros en nuestros viñedos de Vilagarcía"