Barcelona como eterna aspiración, cuatro sílabas adosadas a un número, 92, que en España remiten a la excelencia olímpica, tanto en lo organizativo como en lo competitivo. Y en este último apartado, de manera, la referencia es constante en estos días previos a la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos de París 2024, 32 años más tarde.
Porque aquellas 22 medallas ganadas en la única edición española de la historia del olimpismo continúan siendo la cima más alta jamás hollada por nuestro deporte. En las dos anteriores ediciones, Río y Tokio, la cuenta se frenó en 17, el suelo desde la caída a 11 en Atlanta 96. Volver a tocar aquel techo, incluso superarlo, ha sido el objetivo perenne en las ocho ediciones de los Juegos que separan aquella Barcelona de esta París. La diferencia quizá radique en que en esta ocasión la materia prima sí encuentra relación directa con el optimismo en las previsiones.
“Venís con esa ola de entusiasmo, de ganas hacerlo lo mejor posible y de lograr un resultado que esté a la altura de vuestras expectativas y de la ilusión que tenemos todos por lograr veros triunfar”, decía este jueves el rey, Felipe VI, en la recepción a los deportistas olímpicos que ha tenido lugar este jueves en la embajada española en París. Y que es no menos de 40 deportistas o equipos españoles gozan de argumentos, más o menos sólidos, para defender su candidatura a irse de la capital francesa colgada del cuello.
Los deportes de equipo
En deportes de equipo, histórico granero de metal español, el fútbol femenino es la gran favorita al oro, después de un curso de ensueño que arrancó con la victoria en el Mundial, y el fútbol masculino se ve también en el podio. Algo similar ocurre con los dos equipos de waterpolo y con el balonmano masculino, con menos opciones aquí para ellas. Rascar medalla en baloncesto o hockey, en cambio, sería una sorpresa.
La selección de fútbol masculino arrancó los Juegos Olímpicos con victoria. / EFE/ Miguel Gutiérrez
En el atletismo, el triple salto y la marcha serán los principales focos de atención, con Orlando Díaz y Ana Peleteiro en la primera de las pruebas y Álvaro Martín, María Pérez y el relevo mixto en la segunda. Soñar con más de un oro en el deporte rey de los Juegos no es ninguna quimera. Ojo también con Mohammed Ataoui en los 800 metros. En los otros dos grandes deportes olímpicos, las miradas se centran en Hugo González (natación), el equipo de gimnasia rítmica y quizá Ray Zapata, que defiende su plata de Tokio.
Piragüismo y vela, bazas seguras
El piragüismo será, como de costumbre, otro deporte sólido para España. El K4 de Craviotto, Cooper, Arévalo y Germade, las dos parejas de K2 y Antía Jácome tanto en el C1 como en el C2 con María Corbera aspiran a medalla, al igual que Maialen Chourraut en slalom. El C2 masculino Domínguez-Moreno también estará con seguridad en la pelea.
El K4 de Craviotto, Cooper, Germade y Arévalo es una opción clara de medalla para España. / RFEP
Algo similar se puede decir de la vela, el deporte más laureado de la historia del olimpismo español, con no menos de tres embarcaciones con opciones: Xammar-Brugman (470), Echegoyen-Barceló y Botin-Trittel (49er). Sin salir del agua, el dúo de natación artística (Tió-Ozhogina) y María de Valdés en aguas abiertas figuran en las quinielas.
Otra fuente de músculo español apuntan a ser los deportes de contacto. Adrián Vicente y Adriana Cerezo en taekwondo; Niko Shera, Fran Garrigós y Trisani Mosakhlishvili en judo; y Enmanuel Reyes, José Quiles, Laura Fuertes y Ayoub Ghadfa en el siempre impredecible boxeo tienen opciones de conseguir medalla.
Nadal, Alcaraz, Rahm, Carolina…
Las pistas de Roland Garros será uno de los grandes focos de estos Juegos, merced sobre todo a la pareja que forman Rafa Nadal y Carlos Alcaraz. El murciano, además, es el gran candidato al oro individual, más aún tras la baja de Sinner. Carolina Marín (bádminton) y Jon Rahm (golf) son otras dos grandes figuras internacionales con serias opciones de metal.
La tiradora Fátima Gálvez, oro por parejas con Alberto Fernández en Tokio, una modalidad que no se disputa en París, buscará ahora la medalla individual en foso olímpico. Su compañero en Japón también lo hará, aunque a priori con menos opciones. Alberto Ginés, también vigente campeón olímpico, peleará por otro éxito en escalada deportiva; y David Valero tiene opciones de revalidar o incluso mejorar su bronce de Tokio en ciclismo de montaña.
Y, claro está, siempre aparece algún ‘outsider’: nadie contaba con la plata (a cinco segundos del oro) de la taekwondista Adriana Cerezo en Tokio, por ejemplo. Si alguien quiere atreverse con una apuesta difícil, quizá pueda agarrarse a Oier Lazkano en ciclismo en ruta, a Lucía Martín-Portugués en sable o al doble scull de remo formado por Rodrigo Conde y Aleix García. Todos ellos como equipo, 383 deportistas en total, más que nunca a excepción de Barcelona, pensando en rebasar la mágica cifra de 22.
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