El director Magnus von Horn muestra la profundidad y la vulnerabilidad de una estrella de internet: “Lo que nos gusta de las redes sociales es la franqueza”
A primera vista, uno cree conocer todo sobre Sylwia, la estrella fitness de las redes sociales que Magdalena Kolesnik (Bialystok, Polonia, 29 años) encarna en Sweat. Es una entrenadora joven y bella, que comparte consignas positivas mientras hace su rutina de ejercicio al mismo tiempo que usa productos patrocinados frente a cientos de miles seguidores a los que habla con cariño. No obstante, la protagonista de la película de Magnus von Horn (Gotemburgo, Suecia, 37 años), ya en cines en España, es alguien que cree en el mensaje que vende y usa los productos que patrocina, pero que se siente sola y desorientada cuando las cámaras dejan de grabar.
Von Horn, que se encuentra en España con Kolesnik para promocionar la película, comenta que el personaje de Sylwia comenzó a gestarse basándose en una influencer que solía seguir y que, en general, el estilo de vida de la protagonista estuvo muy influenciado por la estética de Instagram. “Cuando pienso en Sylwia, pienso que su soledad no es tan distinta a la que vemos en mucha gente”, reflexiona el director, quien señala la disonancia del personaje, quien tiene 600.000 seguidores en una plataforma pero nadie con quien hablar cara a cara. El sueco admite seguir a varios influencers en redes sociales y compara la experiencia con un programa de telerrealidad: “Lo que nos gusta de las redes sociales es la franqueza. Hay gente que está feliz, que está triste, que es diferente. Uno quiere ver los días buenos y los días malos. Se vuelve una adicción”.
Kolesnik opina que, en el fondo, la película trata sobre la vulnerabilidad. “Es dejarte ver cómo un ser humano de verdad, sin tener que fingir que se es un superhéroe. La covid nos ha demostrado qué vulnerables somos” dice la actriz, quien señala que el papel representó “un reto”. “Me preparé para el personaje durante un año. Tuve que entrenar con pesas porque básicamente tuvimos que rehacer mi cuerpo”, agrega. Von Horn llamó la atención con el cortometraje sobre el acoso escolar Utan snö, ganador del Gran Premio de Zinebi en 2011, y la película Después de esto, acerca de un joven recién salido de la cárcel que intenta rehacer su vida a pesar del rechazo de su comunidad. El sueco estudió en la Escuela Nacional de Cine, Televisión y Teatro en Lodz (Polonia), donde actualmente reside, pero ha trabajado en producciones tanto en su país como en su nación de adopción. No obstante, mientras Después de esto ofrece una historia indiscutiblemente sueca, Sweat se sitúa en una Varsovia que al principio cuesta reconocer.