Tan parecidos; tan diferentes

El Celta se propone dar una vuelta más a sus aspiraciones con una victoria frente a Las Palmas a la vuelta del parón de selecciones. El duelo contra el conjunto grancanario enfrentará por primera vez en Laliga a Claudio Giráldez con Diego Martínez, dos técnicos del área viguesa que se han labrado una sólida reputación en LaLiga por diferentes caminos, pero que tienen en común más de lo que puede parecer a simple vista.

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Diego Martínez (izquierda) y Claudio Giráldez. / Efe/Alba Villar

Diego Martínez (Vigo, 1980) se formó como futbolista en las categoría inferiores del Celta, pero inició su carrera como técnico en Granada. Se dio a conocer en el Motril, al que estuvo a punto de ascender a Segunda B mientras compaginaba la dirección del equipo con sus estudios de INEF. Monchi lo reclutó luego para la cantera del Sevilla, donde ejerció como coordinador de las categorías inferiores y trabajó como asistente de Marcelino García Toral y Unai Emery (dos maestros de lujo) antes de hacerse cargo de la plantilla del Sevilla Atlético y ascender al filial sevillista a Segunda División.

Su ejemplar labor en la cantera de Nervión le abrió la puerta del fútbol profesional con Osasuna, que dejó al cabo de una temporada tras no lograr clasificar al equipo navarro para la promoción de ascenso. Su siguiente destino fue el Granada, que dirigió entre 2018 y 2021 y donde su carrera tomó un impulso definitivo. En apenas un par de temporadas, Martínez llevó al conjunto nazarí desde la Segunda División hasta Europa. Tres inolvidables temporadas en las que, con el menor presupuesto de LaLiga, hizo historia clasificándolo por primera vez para la Europa League con una muy meritoria sexta plaza en LaLiga. Su periplo europeo fue también interesante, cayendo en cuartos de final frente al Barcelona después de eliminar en octavos al Nápoles.

El preparador vigués dejó el Granada en junio de 2021 para tomarse un año sabático al cabo de una muy digna tercera temporada que concluyó con una meritoria novena posición. Volvió a LaLiga para dirigir al Espanyol en el curso 22-23, pero fue destituido en el mes de abril con el equipo perico en la zona baja de la clasificación. Su siguiente destino fue Olympiakos, donde tampoco cosechó buenos resultados y fue despedido en diciembre.

Tras otro año en blanco con un fugaz paso en junio por la selección gallega, Diego Martínez se hizo cargo en octubre pasado del banquillo de la UD Las Palmas con la misión de mantener al equipo grancanario en Primera División. Relevó a Luis Carrión justamente tras caer Las Palmas frente al Celta.

La llegada de Martínez fue un soplo de aire fresco para la Unión Deportiva, a la que sacó de descenso con una imponente racha de cinco victorias, dos empates y dos derrotas en sus nueve primeros partidos. Tan buena secuencia se truncó sin embargo después del parón navideño. Desde comienzos de año, la suerte y los resultados han esquivado a Diego Martínez, que llega a Balaídos contra las cuerdas. Las Palmas no ha vuelto a ganar un partido desde el mes de diciembre (al Espanyol) y se presenta en el estadio vigués tras haber sumado 7 derrotas y tres empates en los últimos diez partidos. Su empate en última jornada en Mendizorroza tras neutralizar una desventaja de dos goles evitó su despido, pero una nueva derrota en Balaídos podría sellar su destino.

Camino inverso

En Vigo le espera Claudio Giráldez (Porriño, 1988), que vivió el camino inverso para llegar al fútbol profesional. Ocho años menor que Martínez, el actual técnico celeste se formó como jugador lejos de Vigo en las canteras del Real Madrid y el Atlético y ha ido escalando posiciones como técnico desde la base, con una osada propuesta futbolística que ha trasladado con éxito desde el filial a Primera división. «Prefiero ganar 4-3 que 1-0», ha dicho más de una vez Giráldez, una frase que resume una idea de juego de talante netamente ofensivo que el porriñés ha puesto en practica con mucha gente de la casa y una extensa gestión de la plantilla con amplio reparto de oportunidades. El esquema (4-3-3) y la idea casi nunca varía, pero las piezas cambian en función del rival. Cuenta de momento por victorias, su dos enfrentamientos contra Las Palmas (4-1 el pasado curso frente a García Pimienta y 0-1 este contra Luis Carrión)

Diego Martínez se definido como un «técnico camaleónico», «adaptativo» y «muy variable en lo táctico», con capacidad para gestionar el terreno emocional impulsando valores como «el compromiso, perseverancia o la resiliencia». Las características de sus jugadores definen su esquema. Martínez se ha enfrentado al Celta con el Espanyol y el Granada con resultados dispares. Con el conjunto perico ha ganado en la Copa y perdido en LaLiga contra Carlos Carvalhal (3-1) ; con el Granada ha perdido (3-1) y empatado con Coudet (2-2, 0-0), ha firmado tablas con Óscar García (0-0) y derrotado a Fran Escribá (0-2).

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