
Dos de ellos elegían y vigilaban a sus víctimas a la salida de restaurantes caros o zonas de ocio. Luego, otros dos llegaban en moto, con los cascos ocultando sus rostros. Pistola en mano, las asaltaban y les quitaban el reloj, algunos valorados en 200.000 euros. Así se ve en las grabaciones que publica el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica. Así lo hicieron 15 veces en distintas ciudades de Portugal. Luego, regresaban a España, donde vivían -en Madrid y Toledo- y donde algunos de ellos trabajaron como repartidores de comida o riders de una conocida empresa.
La policía portuguesa pidió ayuda a la española, más acostumbrada a luchar contra esos grupos de ladrones. El modus operandi (asaltos violentos, con arma de fuego) hizo que los especialistas de la UDEV Central de la Policía Nacional descartaran a los clanes napolitanos, más finos en sus golpes, y orientaran sus pesquisas hacia los grupos de origen venezolano. La investigación, en la que participó también el grupo GOIZ Cronos de la policía, se bautizó como operación Pingazo (golpe fuerte, en argot del castellano que se habla en Venezuela).
Los investigadores vigilaron entonces a clanes venezolanos a los que ellos mismos habían detenido en 2023 y 2024. En aquellas operaciones fueron bautizados como la mafia del rolex por sus preferencias por robar ese tipo de relojes. Daban golpes a clientes de restaurantes y terrazas del paseo de la Castellana, en Madrid; a veces incluso cuando sus víctimas estaban comiendo.
Entonces llevaban mochilas de repartidores o riders. En su momento se pensó que era un disfraz para poder merodear en los locales y buscar víctimas sin levantar sospechas. Las investigaciones posteriores revelaron que varios de ellos trabajaban realmente en empresas de reparto como riders.
Los seguimientos a esos viejos conocidos de la policía española dieron sus frutos el pasado 11 de octubre, cuando los agentes comprobaron que varios de esos delincuentes viajaban a Portugal en un coche que llevaba las matrículas dobladas (cambiadas para ocultar que es robado)
Tres de los integrantes del grupo fueron detenidos allí. El cuarto caería tiempo después, en el chalet de la urbanización de la provincia de Toledo donde vivía a todo lujo. Dos lograron fugarse, se supone que de vuelta a Venezuela.
Enlace de origen : Vídeos: Repartidores de comida en Madrid, ladrones de relojes en Portugal