Las comunidades marinas están experimentando cambios significativos bajo la influencia de una variedad de factores, incluido el cambio climático, la extracción de recursos naturales, la contaminación, la degradación del hábitat y las especies invasoras.
En este contexto, desde la Universidad de Vigo describen cómo cobra especial relevancia el lanzamiento de iniciativas como Red Europea de Observación de la Biodiversidad Marina Ómica, EMO BON, un marco de observación de la biodiversidad para Europa del que forman parte una veintena de estaciones marinas, desde el Ártico hasta el Mar Rojo, y entre las que se encuentra la Estación de Ciencias del Mar de Toralla, uno de los dos nodos españoles del EMBRC.
El enclave de Vigo cobra especial importancia en el conjunto de la red ya que la recogida de datos realizada en esta ría es la única en Europa que corresponde a una zona de afloramiento costero.
Una de las investigadoras del Centro de Investigaciones Marinas de la UVigo que participa en este proyecto es Estefanía Paredes, quien destaca que para el personal investigador del centro es “crucial” formar parte de una iniciativa que les permita “contribuir al desarrollo global conocimiento de los ecosistemas marinos”.
La metodología de muestreo es la misma en todas las estaciones, ya que el objetivo es replicar el procedimiento en diferentes entornos y lo que hace diferente cada punto es su ubicación geográfica.
Enlace de origen : Vigo, enclave singular para el estudio de la biodiversidad