Xavi: “Tras perder en el Bernabéu, me abrí en canal con los jugadores”

Xavi Hernández (Terrassa, 1980) ha dormido solo cuatro horas, pero saluda y se mueve con nervio. Cuando era jugador parecía entrenador y ahora que dirige el Barcelona podría pasar por un jugador más de la plantilla. En enero ‘el maqui’ (su apodo más popular) cumplió 43 años, pero definitivamente no ha cambiado: luce pelo de gomina y en puntas, busca la cercanía con alguna ocurrencia y tiene un aire campechano de catalán medio que lo acerca a la gente. 

Laporta destaca de ti sobre todo el optimismo, pero también te hemos visto pasarlo mal. ¿Ser entrenador del Barça se sufre o se disfruta?

Como entrenador del Barça se sufre mucho más de lo que se disfruta porque esto no para. Son 24 horas pensando en el Barça: en el equipo, en el mensaje, en la charla motivacional, en qué podemos hacer para mejorar en defensa, en ataque… en los fichajes, en el ‘fair play’. Y en la situación que está el club casi casi es más difícil todavía. 

¿Eras más feliz como futbolista? 

Te diría que ahora vivo con más intensidad tanto lo negativo como lo positivo. Ahora que estamos en un momento positivo, que se ha ganado la Supercopa y la Liga, sí que se disfruta. Estoy en una etapa de ¡uff! De calma, de tranquilidad, de sentir que se ha conseguido lo que buscábamos. Sobre todo esta Liga que nos da estabilidad, nos da calma y ahora lo estoy disfrutando. Tengo la sensación de estar en paz con el equipo, con el culé, conmigo mismo, con todo el mundo. Al ser tan culé, cuando las cosas no van bien, muchas veces tengo la sensación interna de que estoy fallando a la gente. Entonces mi compromiso y mi implicación siempre es el 200% y se sufre, se sufre mucho, pero ahora que se gana, pues se disfruta también el triple, ¿no?

¿Está justificada esa fama de ser el banquillo que desgasta más del mundo? 

Sí, sin duda. Ya lo he dicho muchas veces. Es el club más difícil del mundo, porque siempre tenemos críticas. Críticas de Madrid y críticas de aquí, de can Barça, porque aquí sólo vale la excelencia. Tienes que rozar el diez. En otros clubes, vaya, el 1-0 se celebra por todo lo alto. Aquí parece que no has convencido. Es muy difícil en el Barça ganar convenciendo. Este listón hace que sea el club más difícil del mundo por más que Jorge Valdano diga lo que diga [risas]. Y esto te lo dice el entrenador, el presidente y el jugador que ha pasado por aquí.  

De hecho, dijiste que habías pasado los peores días de tu vida siendo entrenador del Barça, ¿Qué ocurrió para que te sintieras de esta forma?

Sí, los peores días porque al final, cuando no ganas, tienes la sensación de que eres responsable. Y si a esa responsabilidad le sumas artículos de que el staff no vale para nada, de que el entrenador no está preparado, de que es un error haber fichado a Xavi, de que no es lo mismo ser jugador que entrenador. Y tú lees todo eso y llegas a pensar que no creen en ti. 

¿Cómo trataste de evitar que esas críticas te afectaran?

Es una sensación muy dura. De ir por la calle y acompañar a los niños al colegio y que te den ánimos. Y la cara es de bueno, de que no sirves en tu casa. Es duro pero soy muy cabezota y tenía la sensación de que esto tenía que salir en un momento u otro y se ha sufrido, pero al final lo he dicho en el acto de hoy del Camp Nou: si los catalanes no sufrimos, parece que no vale la pena. 

De hecho, es curioso cómo a pesar de tus éxitos, es una constante en tu carrera. Hace unas semanas dijiste: “me costó que creyeran en mí como jugador y me está costando que crean en mi como entrenador” ¿Quién duda de Xavi?

Bueno, el entorno, el famoso entorno que tenemos aquí ¿no? Se entiende que el entorno de Madrid dude, que hayan críticas, pero el más dañino es el de casa. Es decir, cuando hay periódicos, programas de televisión, de radio que la crítica es hacia ti como entrenador máximo responsable. Eso duele. En Madrid ya sabemos de qué va el negocio. No nos quieren bien, pero de aquí, de casa es lo que más preocupa y lo que más duele. 

En tus últimos meses como futbolista aseguraste que lo que te daba más miedo de ser entrenador era no llegar a los futbolistas, ¿lo has logrado?

Mira, de lo más orgulloso que estoy es que la gente se deja la vida en el campo. Esto se lo dije el primer día. Que la actitud, el respeto y el esfuerzo no podían fallar. Si fallaras estos valores, entonces sí que sentiría que no llego al futbolista. Que no le estoy convenciendo, que no creen en mí porque no lo dan todo en el campo. Pero he visto esos valores casi-casi en todos los partidos, excepto en esa etapa que tuvimos cuando jugamos en el Bernabéu. 

¿Qué ocurrió a partir de ahí?

Que tuvimos una charla de entrenador a jugadores que fue larga. Y que hubo en ese momento un antes y un después de la temporada que hemos hecho.

¿Qué les dijiste para que hubiera el clic de la temporada?

Les hice hablar porque siempre hablo yo. Ellos ya me conocen: intento ser natural, intento ser honesto, sincero, intento decirles mis sensaciones, qué hemos mejorado y qué no. Y al final les hice hablar. Les pregunté que sensaciones tenían, si el problema a lo mejor era de entrenador. Me abrí en canal prácticamente yo solo. Les dije al staff que por favor me dejaran solo con los futbolistas. Yo siempre intento entenderlos de alguna manera el qué sienten y creo que fue muy bien, fue muy bien la charla. Fue una charla larga, muy larga, casi dos horas y creo que fue muy positiva, muy muy positiva. Todos o casi todos hablaron y expresaron sus sentimientos, la sensación que tenían y de alguna manera el jugador sintió como una calma. Ahí creo que el equipo se encapsuló y a partir de ahí, ¡fíjate! encadenamos no sé cuántas victorias hasta llegar a dos títulos. Creo que fue la clave de la temporada.

¿Y qué le dijeron los jugadores a Xavi?

Sensaciones suyas, ¿no? Que teníamos que hacer más equipo, más piña. Yo fui muy honesto con ellos. Yo les dije que aquí estaba, estaba para ayudarles, que yo lo único que había venido aquí era, no para triunfar yo, sino para triunfar a nivel grupal. Yo no tenía ni tengo ningún ansia de que se diga la Liga de Xavi. Por eso siempre digo que me da vergüenza que digan la Liga de Xavi, ¿qué hagó sin las paradas de Ter Stegen o los goles de Lewy? ¿Y sin el presidente o la junta directiva? De lo que me siento más orgulloso es que el equipo ha hecho familia. Creo que ese día nos abrimos mucho los entrenadores y los futbolistas y a partir de ahí se consiguieron cosas que para mí es la clave de los éxitos, ahí se dio el clic global de la temporada. 

El clic global es lo que se habló después del partido del Bernabéu, ¿el clic táctico fue pasar de jugar con los extremos abiertos a jugar con cuatro centrocampistas? 

Al final yo detecté, y también el staff, que sufríamos muchas transiciones, que había mucha pérdida de balón y que teníamos que tener más control, más orden. Yo soy una persona que he sido centrocampista y al final lo que me gusta es el control. Tener el equipo en campo contrario es lo que más me gusta. Te da el protagonismo, te da la sensación de decir: ahora estás dominando el juego y ahora vas a por el partido. Y la sensación que tuve era que no teníamos futbolistas en el mediocampo sobre todo para las transiciones rápidas; quizá solo Frenkie y Kessie. Y ahí puse a los cuatro centrocampistas que además nos estaban dando mucho rendimiento: Gavi, Pedri, Frenkie y Busi. Era momento de tener más estabilidad y por ahí fuimos mucho mejor.

De hecho, sorprendía que el Barça fuera un equipo bastante vertical contigo en el banquillo. Parecía que había una brecha entre lo que querías que hiciera el equipo, la pulcritud y el control, y lo que hacían los jugadores en el campo… ¿Existió en el staff esa reflexión?

A mí ya como jugador me reventaban las pérdidas de balón de los compañeros. A mí me revienta y me desespera. Pero hay diferentes escenarios en el fútbol, ¿no? Cuando dicen que el Barça de Xavi es vertical; pienso: ¿por qué no podemos ser verticales? 

¿Cuándo quieres que tu equipo sea vertical?

Hay que ser vertical cuando el equipo contrario está plantado en el mediocampo y te hacen una presión alta. Hay que buscar el espacio que en la espalda de la línea defensiva contraria. Ahí es cuando hay que ser vertical. Se vio ante el Mallorca: ellos te jugaban directo a morir y la defensa contraria estaba ya en mediocampo. Pues esa recuperación de balón es cuando el futbolista está de cara y tenemos que aprovechar el espacio de la línea defensiva de cinco. Hay diferentes escenarios. No siempre en el fútbol moderno vas a dominar el partido. 

El Barça de Guardiola lo hacía…

Esto pasaba hace 15 años, que prácticamente ningún equipo te presionaba arriba y tenías posesiones del 80, del 85%. Ya te daban campo propio y jugabas en campo contrario. Ahora pasa muy poco, muy poco. Lo normal es que te aprieten alto. Entonces ya la posesión no puede ser del 80 porque ya están ahí, ya tienen más posesión. El equipo contrario, los entrenadores, todos han evolucionado y entonces tienes que adaptarte a todos los escenarios posibles.

La duda forma parte del trabajo del entrenador ¿Cuándo Xavi tiene una duda a quién acude? 

A mi staff. Tenemos muchas reuniones. Muchas veces les digo ¿qué pensáis? Mi opinión es ésta pero ¿qué pensáis? El otro día me lo dijo Jordi Cruyff: es mucho mejor 16 ojos que cuatro ojos y ocho voces que dos. Y yo soy así. Yo no tengo la verdad absoluta del fútbol. Esto lo aprendí de Luis Aragonés. Tienes que hablar con otros entrenadores y yo tengo seis entrenadores en mi staff. Son gente muy preparada y tienen el mismo fútbol en la cabeza que yo. Entonces hablo con ellos. ¿Cómo lo veis? Jordi Cruyff es entrenador y consulto muchísimas cosas con él. ¿Cómo lo ves? ¿Qué podemos mejorar? Me dejo llevar por los entrenadores que tengo en el staff y el staff es lo mejor que tengo. Es el staff mejor preparado del mundo, sin ninguna duda. 

¿Qué pierde el Barça y tú personalmente sin Jordi? 

Mucho. A Jordi le estoy infinitamente agradecido. Fue una figura muy importante para que yo fuera entrenador del Barça, también Mateu y también el presidente. He disfrutado mucho con Jordi. Muchísimo. Es una persona de fútbol muy preparada, muy lista, muy inteligente. Ve muy bien el fútbol, es práctico. Tengo muy mucho feeling con Jordi y allá donde vaya le irá bien porque es una persona muy, muy inteligente. El Barça pierde muchísimo con la con la marcha de Jordi.

Hablamos de nombres propios. Un nombre clave es Busquets. De él dijiste que, si el fútbol se jugara a un toque, sería el mejor del mundo ¿Cómo cambia tu trabajo sin Busquets? 

Será muy difícil, mucho más difícil ganar cosas sin Busquets que con Busquets. Te das cuenta de que la gente no tiene prácticamente ni idea de fútbol cuando no lo meten en un once ideal. No se dan cuenta de su magnitud y de que lo hace todo bien, todo. Está bien situado, difícilmente pierde un duelo. Es un futbolista de calle, es ganador, no se lesiona nunca. Es un máster. Siempre ve la mejor solución. Incluso tú, como entrenador, piensas, ‘ahora es este pase’ pero te hace uno mejor. Estos son futbolistas elegidos, todo lo que les viene lo mejoran: él, Pedri, Iniesta, Silva. El valor de este tipo de futbolistas es incalculable. Para mí es el mejor pivote defensivo de la historia.

¿Hay que buscar un cromo parecido o no hay que obsesionarse con encontrar una réplica?

Al final tiene que ser un futbolista inteligente, un futbolista que a nivel táctico sea excelente, que no pierda el balón, que sea bueno técnicamente, que sea ganador de duelos, que vaya bien en el juego aéreo, muy completo, un futbolista muy completo. Y al final, si queremos seguir ganando títulos el año que viene, el sustituto de Busquets tiene que ser un futbolista de nueve para arriba, de nueve sobre diez. Al final tiene que ser así, si no, va a ser mucho más difícil. He empezado diciéndote esto y así lo pienso. Tiene que ser un futbolista top.

¿Zubimendi es el jugador que más se le parece?

[Sonríe]. Es que luego se me enfada el director deportivo de la Real Sociedad. Ya lo dije: me parece un grandísimo futbolista. Hay muchos perfiles buenos para sustituir a Busi, pero hay que ir a por ese. Hay que ir a por eso me refiero a ese perfil.  

Un caso interesante es el de De Jong y cómo en el Barça se le ha pedido que sea un jugador distinto al del Ajax, que disfrutaba conduciendo el balón sin muchas ataduras tácticas. ¿De Jong ha triunfado cuando se le ha permitido ser De Jong?

Yo creo que al final hemos encontrado el sitio perfecto para que Frenkie explote en toda su grandeza como futbolista. Yo tengo una fe ciega en él desde el primer día. Él lo sabe. Además, hemos hecho muchos vídeos, sobre todo en el juego de posición. ¿No? a él le costaba mucho mantener la posición. Él es un todoterreno que le gusta ir allá donde va el balón. Está acostumbrado. He tenido muchas charlas con él. En el Ajax él iba a donde iba el balón; un poco lo que me decía a mí Luis Aragonés: ‘Usted va donde vaya el balón y usted es el dueño del juego’. Pues he intentado entender a Frenkie. 

¿Qué ha cambiado?

El año pasado le pedíamos un juego más posicional, que tuviera paciencia, que recibiera detrás de los pivotes y creo que ahora está más feliz en el campo. Hemos encontrado un sistema de juego donde el interior puede bajar a la base. El extremo va dentro y el lateral es el que estira. Y entonces Frenkie está en su hábitat natural. 

¿Le queda margen de mejora?

Puede mejorar en lo táctico, sobre todo en lo defensivo, porque él está acostumbrado a hacer marcaje individual y nosotros hacemos coberturas. Tapamos líneas de pase en los intervalos entre central y lateral y ahí es donde se tiene que meter. Bueno, todo esto ha sido un proceso. Veníamos de un entrenador que era Koeman con otro modelo de juego y todavía tenemos futbolistas que tienen que aprender muchísimo, entre ellos, Frankie. Pero hemos visto una versión excelente esta temporada.

Otro que se va es Jordi Alba. ¿La gestión de futbolistas que también son amigos tuyos ha sido lo más difícil de la temporada? 

En el caso de Busi ha sido más fácil porque ha sido titular prácticamente toda la temporada. Con Jordi ha sido distinto. La irrupción de Balde le afectó a nivel de no jugar muchos partidos. Fue un proceso: a él le salió primero el enfado. Es lógico. A mí me pasó con Luis Enrique y después lo fui aceptando. Tuvimos una charla muy positiva y muy coherente y al final ha acabado siendo un ejemplo. Esa es la grandeza del equipo esta temporada, que todo el mundo se ha alegrado por el colectivo. Esto es de lo que más orgulloso me siento, ¿no? Que al final incluso Jordi Alba, estando en el banquillo, se ha implicado y ha tenido un compromiso al 200%.  

¿Qué pierde el equipo sin Jordi Alba y sin Busquets? 

Pierde seguridad. Unos veteranos que cuando futbolistas como Gavi, Pedri, Balde, Araujo… tienen dudas tienen a quién preguntar. ‘¿Busi, tú qué harías? Tengo una entrevista: ¿la hago o no la hago? Busi, en las redes sociales, ¿qué hago? Jordi ¿tú qué harías? Perdemos a sus padres futbolísticos y hay que buscar nuevos roles, nuevos liderazgos. La gente tiene que dar un paso al frente. Ya sin dos de los capitanes va a ser más difícil y perdemos esa seguridad que el jugador joven tenía en ellos.

¿Tiene sentido que vuelva Messi cuando el relato del club durante meses ha sido el de la reconstrucción?  

Sí, para mí tiene sentido. Para mí no hay ninguna duda de que si Messi vuelve nos va a ayudar futbolísticamente. Así se lo he hecho saber al presidente. Yo no tengo ninguna duda porque sigue siendo un futbolista determinante, porque sigue teniendo hambre, porque es ganador, porque es líder y porque además es un jugador diferente. Nosotros no tenemos un Barça con un talento al alcance del 2010, por ejemplo. ¿Y qué te aportaría Messi? Te aportaría talento. Último pase, balón parado, goles… en el último tercio, jugador diferencial. Por lo tanto, y de la manera que quiero jugar yo, que queremos jugar en el staff, para mí no hay ninguna duda de que nos aportaría muchísimo, pero depende de él. Al final creo que la sartén por el mango en estos momentos la tiene Leo. 

Hasta ahora pensábamos que la clave era el ‘fair play’. ¿Cuál es la clave de su decisión?

Es difícil ponerse en la piel de un jugador que lo ha ganado todo. Es difícil ¿no? No sé qué dudas podría tener. Quizá que ya es otro proyecto, que futbolistas importantes y de muy buena relación para Leo como Busi y Jordi se marchan. No lo sé, no estoy en su cabeza. Yo con la relación que tengo con él creo que yo he sido muy claro. Aquí tiene las puertas abiertas. Si él quiere venir, yo no tengo ninguna duda como entrenador, ninguna. 

¿Con Messi sería un Barça muy distinto al de esta temporada?

No. Sería prácticamente el mismo y Leo podría jugar en varias posiciones: de falso nueve, de extremo, de interior, incluso en la base, viniendo para hacer último pase. Quizá ha ido perdiendo la explosividad, pero también vimos a un Messi en el Mundial extraordinario, con explosividad. Al final yo pienso que tiene todavía años por delante, de mucho nivel.

¿Cómo se logra que el equipo mantenga la estructura defensiva de esta temporada incorporando una pieza como Messi? 

Con el equipo. Al final no le puedes pedir el mismo nivel defensivo a Dembélé que a Koundé. Muchas veces el extremo se despista y no te hace una vuelta igual en el minuto 80 que en el minuto 20. Compensándolo con futbolistas. Al final, el trabajo y las obligaciones son igual para todos. Y lo hemos visto con Robert Lewandowski, crack mundial, que se ha adaptado muy bien a nuestra presión alta, a nuestra presión tras perdida, a nuestro bloque medio-bloque bajo. 

Se está hablando mucho de la opción de que renueves; ¿cómo de cerca está de que sea realidad? ¿Te imaginas haciendo una carrera larga en el banquillo del Barça?

Hombre, mi deseo es tener una carrera larga aquí, pero esto va de resultados y vosotros seréis los primeros que me vais a exigir la próxima temporada volver a ganar la Liga, luchar por la Champions, ganar la Copa y ganar la Supercopa. Entonces el listón en el Barça está muy alto pero ojalá. Y en cuanto a la renovación, no habrá ningún problema. Estamos muy-muy cerca. Te diría en un 90% que muy pronto se acabará haciendo.

Un jugador que siempre ha sido importante para ti es Dembélé, que también tiene una situación contractual compleja. ¿Cómo está su situación? porque con él a veces todo es una incógnita, ¿no? 

Yo creo que la gente no conoce a Ousmane. Es un tipo extraordinario. No os podéis imaginar el fútbol que llega a ver y lo listo que es. Es una persona muy inteligente, mucho más de lo que la gente se piensa y tiene unas condiciones que a mí me gustan mucho. Es un futbolista diferencial. Sí que es verdad que en muchos momentos es un cara o cruz, pero el extremo tiene eso: o es un diez o es un cero. Hemos visto la mejor versión de Dembélé en los últimos seis años, pues imagínate cuando empiece a hacer más goles y más asistencias.

Otro nombre propio: ¿Koundé es intransferible o es una carpeta abierta?

Es que no ha habido caso. Ha sido más un tema de la prensa. De hecho, tuve una conversación con Koundé hace una semana y sin problemas. Es verdad que está más cómodo de central que de lateral. A mí también me hacían jugar de pivote y yo estaba más cómodo más adelante, pero muchas veces tuve que jugar de pivote por circunstancias del equipo y así fue la conversación. ‘Sé que eres central Jules, pero por circunstancias del guión y el equipo se ha adaptado muy bien’. 

Hace unos días Guardiola reconocía que se había dado cuenta de que en la Champions necesitaba contar con defensas que sobre todo ganaran duelos individuales. Que ese había sido un gran cambio en su equipo. ¿Koundé es ese tipo de jugador? 

Sí. Ha hecho una temporada espectacular. Para mí no hay debate. Él, Andreas, Balde, Marcos… han cambiado la mentalidad del grupo. Y ya no hablemos de Ronald. Tenemos ahora mismo una línea defensiva con grandes jugadores: ¡También Marcos y Eric! El hecho de estar en una línea defensiva tan alta nos hace muy ganadores de partidos. Y Jules es fundamental en eso. 

El otro día planteaste tres escenarios para el mercado de fichajes. Fichar todo, fichar poco o fichar nada. ¿Cambian muchos los objetivos si cambian mucho los escenarios?

Sí, claro, cambia completamente. Creo que hay que cambiar a lo mejor cinco o seis futbolistas, pues el primer escenario te da para seis; el segundo te da para dos; y el tercero te da para nada. Entonces, estos son los escenarios, no descubrimos nada. Al final hay que reforzarse, hay que mejorar el equipo en todas las líneas, sobre todo de mediocampo para adelante. Al final creo que, en la línea defensiva y en la portería, no hay ningún debate, está bastante cubierto todo. Y a partir de ahí, de mediocampo para adelante lo que venga que nos sume y a ver lo que lo podamos hacer a nivel de ‘fair play’. 

Hay un jugador que también está en el centro del debate que es Ansu Fati. ¿No te parece precipitado que el club se plantee renunciar al gran talento surgido en la cantera de los últimos años con solo 20 años?

Aquí, de momento, nadie ha renunciado a nada. Es decir, yo tampoco quería que Aubameyang saliera del club, pero al final estamos en una situación económica que todo depende del ‘fair play’. Vamos, que fue a contra corazón. Yo no quería que se marchara, pero al final nos daba una oportunidad económica, era una oportunidad económica para él y así están todos los futbolistas, todos y cada uno de los futbolistas. Al final va a depender de si nos compensa o no nos compensa. No de Ansu, sino de todos los futbolistas que hay en la plantilla del Barça actualmente.

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